LOGROÑO, 19 Nov. - Un caso conmocionante sigue desarrollándose en la provincia de La Rioja, donde el jurado popular se ha reunido para deliberar sobre el escalofriante crimen del bodeguero de Cuzcurrita. La víctima, el conocido hostelero Guillermo Castillo, fue hallada muerta en su propio hogar la madrugada del 2 de mayo de 2023, y el jurado comenzó su labor a las 17:00 horas de este martes, después de que el magistrado les entregara el objeto del veredicto.

Durante las últimas nueve sesiones del juicio, los miembros del jurado han sido testigos de un nutrido despliegue de testimonios, incluidos los de vecinos, expertos forenses y agentes de la Guardia Civil. Además, se llevaron a cabo reconstrucciones de los hechos que permiten una comprensión más clara de lo ocurrido aquella trágica noche. A partir de este momento, los jurados pasarán a un régimen de aislamiento para deliberar sobre su fallo, atendiendo a la dirección del magistrado que preside el caso.

El trasfondo del caso involucra a dos acusados principales: C.S.R., de 39 años y conocido de la víctima, y A.D.G., de 54 años, quien sostiene que no estuvo presente en la residencia. La cuestión central radica en si ambos hombres son culpables del asesinato de Guillermo Castillo en su domicilio, en un aparente intento de robo. Tanto el Ministerio Fiscal como la Acusación Particular arguyen la culpabilidad de los acusados y han solicitado una pena total de 27 años de prisión para cada uno, desglosados en 23 años por asesinato y 4 años por robo. En contraposición, las defensas insisten en la inocencia de sus clientes y solicitan su absolución.

En la primera sesión del juicio, celebrada el 4 de noviembre, los acusados intercambiaron responsabilidades sobre el crimen entre sí, y sus versiones continuaron siendo diametralmente opuestas a lo largo del proceso. En la sesión más reciente, que se extendió por más de diez horas, ambos reiteraron su inocencia al juez durante su turno de última palabra.

A.D.G., uno de los procesados, argumenta que sí estuvo en Cuzcurrita aquella noche, pero que se mantuvo dentro del coche mientras C.S.R. se dirigía a casa de Guillermo a solicitarle dinero para consumir. Por su parte, C.S.R. también admitió que fue a pedir dinero a la víctima, pero asevera que A.D.G. fue quien se abalanzó sobre Guillermo una vez en el domicilio.

El tribunal popular que evalúa este caso está compuesto por 5 hombres y 4 mujeres, además de contar con dos suplentes femeninas, con un rango de edad que oscila entre los 23 y 63 años. Las profesiones de los jurados son variadas, incluyendo un agricultor, un carretillero, un panadero-frutero, un gestor de puntos de venta, un maestro, una ama de casa, un auxiliar administrativo, un gestor financiero y un desempleado.

Los jurados, junto con los suplentes, fueron seleccionados en un proceso a puerta cerrada en la Audiencia Provincial, donde se eligieron de un grupo de 21 candidatos mediante un sorteo.

De acuerdo con la Fiscalía, los hechos que han llevado al juicio se iniciaron la noche del 1 de mayo de 2023, cuando los acusados, actualmente en prisión preventiva, supuestamente actuaron “de común acuerdo y con ánimo de enriquecerse ilícitamente” al desplazarse a Cuzcurrita del Río Tirón. Al llegar al domicilio de Guillermo Castillo, que era una figura bien conocida en la comunidad, tocaron el timbre y él, dispuesto a abrir, lo hizo porque conocía a uno de ellos.

Según el relato de la Fiscalía, en el momento en que la víctima abrió la puerta, los acusados aprovecharon la ventaja inicial para asestarle múltiples golpes en diferentes partes de su cuerpo, incluyendo la cabeza y la espalda. Este ataque sorpresivo impidió cualquier posibilidad de defensa por parte de Guillermo, quien apenas había despertado y se encontraba en una situación de clara desventaja ante la diferencia de edad con sus agresores.

Después de propinarle una paliza brutal, los sujetos esposaron a la víctima y la arrastraron, posteriormente encerrándolo en el baño de su casa mientras revisaban la vivienda en busca de dinero. A pesar de su avanzada edad, Guillermo, de 78 años, sucumbió a las heridas entre las 03:00 y las 07:00 horas de la madrugada, siendo el causante de su fallecimiento un traumatismo craneoencefálico con hemorragia intracraneal.

En el momento de su muerte, Guillermo Castillo dejaba atrás a dos hijos que ahora reclaman la indemnización correspondiente por la pérdida de su padre. Los acusados, C.S.R. y A.D.G., permanecen bajo custodia siguiendo una orden del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Haro, emitida el 18 de agosto de 2023.