Una madre y su hijo, residentes en La Rioja y con origen portugués, han sido detenidos por la Guardia Civil como presuntos responsables de un delito contra el derecho de los trabajadores. Estos individuos, propietarios de una vivienda en la región, han sido acusados de mantener a cuatro compatriotas en condiciones de semiesclavitud y en un estado deplorable en cuanto a higiene y salubridad.

Las víctimas, tres hombres y una mujer de entre 38 y 58 años, fueron reclutados en Portugal por los detenidos. Se encontraban en una situación de vulnerabilidad debido a la falta de apoyo familiar en España, su escasa formación laboral y, en algunos casos, sus adicciones a sustancias como el alcohol y las drogas.

Esta intervención de la Guardia Civil se enmarca en su labor de prevención del empleo irregular y la explotación laboral, con el objetivo de proteger los derechos de los trabajadores y asegurar condiciones laborales dignas.

La investigación se inició tras la denuncia de una de las víctimas en febrero, que explicaba cómo sufría explotación laboral por parte de la madre detenida, quien se quedaba con la mayor parte de sus ganancias obtenidas en trabajos agrícolas.

Tras recopilar pruebas a través de documentos y bases de datos, junto a la colaboración de un empresario vitivinícola, la Guardia Civil confirmó que otras tres personas también estaban siendo explotadas en la misma vivienda en condiciones inhumanas.

Según la investigación, la detenida reclutaba a sus víctimas y las empleaba en tareas agrícolas, cobrando sus salarios y luego apropiándose de los mismos una vez retirados en el banco por su hijo. Además, les descontaban gastos de alojamiento, comida, tabaco, alcohol y transporte, controlando incluso su acceso a la alimentación.

El registro en la vivienda reveló condiciones de habitabilidad precarias, con la nevera cerrada con candado y habitaciones insalubres para las víctimas. Todos los involucrados han sido puestos a disposición de la autoridad judicial para las diligencias correspondientes.