El diestro sevillano Daniel Luque ha logrado cortar una oreja en la primera corrida del ciclo de San Mateo 2024 en Logroño, lidiando toros de Zalduendo que, a pesar de la falta de fuerza, permitieron momentos de lucimiento. Compartiendo cartel con él estaban Miguel Ángel Perera y Borja Jiménez, quien debutaba en 'La Ribera' de manera voluntariosa pero sin alcanzar el triunfo.

La plaza de toros de Logroño registró una tercio de entrada en el día de San Mateo. El primero en salir fue 'Invevible', un negro mulato de 546 kilos, con el que Perera destacó en el recibo capotero. Durante las banderillas, sobresalieron las actuaciones de 'Fini' y Herrera.

Con la muleta, Perera se enfrentó a un toro noble pero débil, permitiéndole realizar una faena extensa pero sin lograr el triunfo debido a su fallo con la espada.

En su segunda faena, con el cuarto toro, un animal deslucido de nombre 'Quimera', Perera no pudo lucirse debido a las condiciones del toro y a sus problemas con los aceros, terminando su actuación en silencio.

Por su parte, Luque, quien al final resultó el triunfador de la corrida, inició su actuación con 'Sisón', un negro mulato de 545 kilos, realizando verónicas de calidad que fueron respondidas por un buen quite de Jiménez. Destacada actuación de Iván García en banderillas.

Con la muleta, Luque fue de menos a más, destacando algunas series con la mano derecha y rematando la faena con luquesinas, aunque su fallo con la espada le impidió obtener más trofeos a pesar de las peticiones del público.

En su segunda faena, Luque enfrentó a otro toro negro de nombre 'Deslumbrado', al que le faltaba transmisión en algunos momentos pero el diestro sevillano supo sacar lo mejor de él, aunque no fue suficiente para el triunfo. A pesar de fallar con el acero, recibió una ovación del respetable.

El otro sevillano del cartel, Borja Jiménez, tuvo un lote menos favorable. Con su primero, 'Robalo', un toro negro mulato de 560 kilos, Jiménez lució en el recibo capotero pero el flojo animal acabó por deslucir la actuación a pesar de su voluntad.

Con el último toro, 'Tabardillo', Jiménez se encontró con un noble astado que permitió momentos interesantes de toreo al natural y ligazón, aunque sin alcanzar el brillo necesario. Tras matar con estocada y descabello, el público premió su actuación con palmas.