Crónica La Rioja.

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Hijos del bodeguero de Cuzcurrita requieren apoyo psicológico tras el crimen.

Hijos del bodeguero de Cuzcurrita requieren apoyo psicológico tras el crimen.

LOGROÑO, 13 de noviembre. La situación familiar de los hijos del hostelero Guillermo Castillo, quien fue encontrado sin vida en su hogar el 2 de mayo de 2023, ha tomado un giro dramático. El médico forense que atendió a ambos hermanos ha confirmado que, a raíz de los trágicos acontecimientos, han requerido "tratamiento psiquiátrico por depresión y ansiedad". Este diagnóstico resalta la gravedad emocional que han enfrentado tras la pérdida de su padre.

Un aspecto preocupante es que, según el forense, ninguno de los hermanos contaba con antecedentes psiquiátricos que pudieran influir en la valoración de su estado mental actual. La ausencia de tales antecedentes hace que la situación sea aún más alarmante, ya que subraya la profunda huella que estos trágicos eventos han dejado en ellos.

La hija de la víctima, Yolanda Castillo, ha manifestado que su deseo de esclarecer los hechos podría haber exacerbado su angustia emocional. Este testimonio pone de manifiesto el impacto que la búsqueda de justicia puede tener en las víctimas colaterales de situaciones tan dolorosas.

Este miércoles 13 de noviembre, se reanuda el juicio que involucra a dos individuos acusados de asesinato y robo con violencia, tras el presunto homicidio del hostelero de 78 años en su vivienda. En la jornada de hoy, se presentarán las pruebas periciales que resultan fundamentales para el esclarecimiento de este caso.

La Fiscalía sostiene que en la madrugada del 1 al 2 de mayo de 2023, los acusados se dirigieron al domicilio de Guillermo Castillo “con la creencia” de que allí encontrarían una importante suma de dinero, dado que la víctima operaba un restaurante altamente reconocido en la localidad. Este contexto añade una dimensión de premeditación al acto criminal.

Al llegar a la vivienda, el hostelero abrió la puerta de forma voluntaria, confiando en uno de los agresores. Sin embargo, los acusados aprovecharon esa confianza y, de manera sorpresiva y brutal, le propinaron múltiples golpes en diversas partes del cuerpo, incluyendo áreas vulnerables como la cabeza y el dorso, con el único objetivo de apoderarse del dinero de la recaudación del día.

La muerte de Guillermo Castillo, tal como ha indicado el jefe de la investigación, fue "agónica, muy violenta y extremadamente cruel". Este detalle revela la atrocidad del crimen y lo impensable del sufrimiento infligido a la víctima. Los acusados, de 38 y 53 años, mantienen su inocencia y se culpan mutuamente por la muerte del hostelero, lo que añade un elemento dramático al proceso judicial.

En caso de ser hallados culpables, la Fiscalía ha solicitado penas que suman un total de 27 años de prisión para cada uno de los acusados; 23 años por asesinato con alevosía y 4 adicionales por robo en casa habitada para uno de ellos. A otro de los implicados se le atribuye un delito de robo por el que se le piden 4 años y nueve meses de cárcel, mientras que la familia de la víctima clama por una pena de prisión permanente revisable, lo que refleja la severidad de su dolor y la búsqueda de justicia.

Además, la Fiscalía ha solicitado que ambos acusados enfrenten diez años de libertad vigilada y que se les imponga la obligación de indemnizar a los hijos de la víctima con un monto de 300.000 euros. Estas peticiones resaltan la necesidad de respuestas y compensaciones para quienes han sufrido la pérdida de un ser querido de forma tan trágica.