Crónica La Rioja.

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Gamarra denuncia "corrupción generalizada" en el PSOE: "El Congreso debe ser apodado el de Sevilla".

Gamarra denuncia

En un contundente discurso, la secretaria general del Partido Popular (PP), Cuca Gamarra, ha aprovechado la apertura de la XXVII Intermunicipal del PP en Valladolid para lanzar duras críticas al Partido Socialista Obrero Español ( PSOE). Según Gamarra, mientras el PP no busca desmantelar partidos democráticos, el PSOE sí tiene intenciones de "acabar con la derecha", lo que califica como un claro intento golpista.

La dirigente popular considera que el PSOE se encuentra en una fase de "decadencia" y "corrupción sistémica", sugiriendo que muchos de sus miembros están ansiosos por que finalice el Congreso Federal que actualmente celebran en Sevilla. De acuerdo con Gamarra, este congreso ya ha comenzado con un número notable de imputaciones que podría aumentar al cierre del evento.

Durante su intervención, Gamarra no dudó en calificar el cónclave socialista como "una ceremonia de la corrupción", sugiriendo que podría llevar el nombre de "Congreso de los imputados". Estas declaraciones fueron formuladas en un ambiente donde destacados líderes del PP, como Paco Vázquez, Conrado Íscar y el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, también intervinieron.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha optado por contraprogramar el Congreso del PSOE con esta reunión municipal, donde tiene la intención de resaltar la "gestión" y la "política útil" de su partido en contraposición a un PSOE que, según él, está atrapado por la corrupción.

Cuca Gamarra enfatizó que el clima en Valladolid contrasta drásticamente con el que se vive en el Congreso del PSOE, donde, a su juicio, es difícil mantener un ambiente festivo cuando el evento se inicia en el Tribunal Supremo. Esta ironía se vio reforzada por sus comentarios sobre la supervisión de los asistentes, insinuando que los dirigentes socialistas estarían preocupados por la posibilidad de ser abordados por personas relacionadas con escándalos de corrupción, como el caso Koldo.

La secretaria general del PP también subrayó que la "decadencia" del PSOE se debe a que algunos de sus miembros consideran aceptable encubrir presuntos delitos. Gamarra subrayó que el Congreso federal del PSOE ha comenzado con un número significativo de imputaciones, sugiriendo que el final de este evento podría esclarecer aún más la situación, citando el escándalo que afecta a la filtración de correos de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ya ha provocado la dimisión de Juan Lobato, exlíder del PSOE-M.

Ante las acusaciones de la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, sobre un supuesto "proyecto golpista" de Feijóo, Gamarra replicó que lo que realmente se está gestando es un intento del PSOE por eliminar a la derecha. "Este sí que es un proyecto golpista", afirmó, defendiendo la postura del PP de combatir sus ideas en las urnas.

En una crítica directa a la ineficacia de la gestión del PSOE, Gamarra observó que, hasta ahora, lo único que han logrado es acabar con la carrera política de Lobato, sugiriendo que el cierre del congreso podría significar el final del PSOE tal y como se conocía desde Suresnes.

Afirmando la posición del PP como un partido que no busca eliminar la democracia, sino ganar en las elecciones para representar a todos los españoles, Gamarra enfatizó que su objetivo es terminar con las "mentiras" y la "corrupción" del PSOE. En un momento donde la atención mediática se centra en los escándalos de corrupción, la líder del PP se posiciona como defensora de una política clara y honesta.

Gamarra exaltó el compromiso de los alcaldes y concejales del PP, quienes, según ella, trabajan con dedicación y son abanderados de un proyecto que promueve la igualdad entre todos los ciudadanos españoles, en contraposición a lo que denomina "sanchismo", que destruye esa coherencia imponiendo privilegios.

Finalmente, Gamarra concluyó haciendo hincapié en el papel del PP en la defensa de una igualdad real, afirmando que su partido se dedica a proteger los derechos e intereses de los 49 millones de españoles, mientras que el PSOE estaría más enfocado en encubrir y proteger sus propias corrupciones. Así, se delinean dos visiones políticas radicalmente opuestas en el panorama actual de la política española, donde la corrupción parece haber dominado la agenda del Gobierno socialistas.