En Logroño se ha desatado una controversia en torno a la política de vestimenta de un instituto, el Sagasta, que ha optado por establecer reglas claras sobre el atuendo de sus estudiantes. Según el Consejo Escolar del centro, estas normas son el resultado de un consenso dentro de la comunidad educativa, que incluye a profesores, padres y alumnos.

El portavoz del Gobierno de La Rioja, Alfonso Domínguez, ha señalado que hasta el momento no han recibido ninguna queja formal respecto a la situación de una alumna que fue rechazada en la entrada del instituto por llevar un velo islámico. Esta declaración se produce en medio de la creciente discusión sobre las decisiones del centro educativo.

Domínguez también hizo énfasis en el respeto que debe haber hacia la autonomía de cada institución educativa, una premisa fundamental del sistema escolar español. De acuerdo con él, las escuelas tienen la libertad de regular su funcionamiento interno y la convivencia, lo que incluye la creación de sus propios reglamentos.

En el caso del colegio Sagasta, la norma de vestimenta fue adoptada tras un proceso consultivo con la comunidad educativa, lo que refuerza el argumento de que las decisiones son tomadas de forma democrática y participativa. Esta regulación es vista como un esfuerzo por mantener la convivencia y el orden en el entorno escolar.

El Gobierno de La Rioja, liderado por Gonzalo Capellán, mantiene que su papel es simplemente respetar la decisión tomada por el instituto, reafirmando así su compromiso con la autonomía de los centros. Aunque están abiertos para ofrecer apoyo y orientación a todas las instituciones, la decisión final reside en el consejo y la comunidad del centro.

Así, queda claro que el debate sobre el uso del velo y la política de vestimenta en espacios educativos continúa, pero la postura del Gobierno regional es firme en cuanto al respeto por las decisiones internas de las escuelas y su responsabilidad en la regulación de su comunidad educativa.