La Policía Nacional ha detenido en Logroño a un entrenador de fútbol acusado de abuso sexual a varios menores de edad, con edades comprendidas entre los 15 y los 18 años. El detenido, que ha sido señalado por un total de ocho víctimas, contactaba con los menores a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea para solicitarles fotografías íntimas y encuentros personales, ofreciéndoles un futuro profesional en el mundo deportivo a cambio. La operación, que continúa abierta, se ha alargado hasta diez meses.

El jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial, Eduardo Esteban, ha explicado que el detenido se aprovechaba "de su estatus superior y de las ansias de los menores de ser alguien en el mundo profesional deportivo". Los menores se sentían presionados por la necesidad de atender las solicitudes del acusado, temerosos de que de no hacerlo no podrían cumplir sus expectativas profesionales.

La delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz, ha agradecido la labor de los agentes y ha destacado la importancia de denunciar este tipo de delitos para proteger a las víctimas y evitar futuros casos. Arraiz ha subrayado que "este es un caso grave en el que están involucrados menores".

La investigación ha permitido encontrar numerosos archivos de carácter sexual en los que aparecían menores de edad, algunos de ellos conocidos en el mundo del deporte riojano y otros aún no identificados. En total, se han localizado y examinado 62.986 archivos multimedia (más de 29 Gb) de índole sexual.

Los agentes no descartan la aparición de nuevas víctimas debido a los años que el arrestado ejerció como entrenador deportivo. El detenido se enfrenta a cargos de pornografía infantil, corrupción de menores, abusos sexuales por tocamientos y child-grooming. Según han explicado en una rueda de prensa, los agentes también pudieron corroborar que llegó a realizar tocamientos a algunas de las víctimas.

La investigación comenzó en junio de 2022, tras recibir una denuncia por abusos sexuales a un menor en la capital riojana, atribuida a un entrenador de fútbol. El presunto autor fue identificado y arrestado en la localidad de Ventas Blancas (La Rioja) en agosto de ese mismo año, momento en el que se le incautó un teléfono móvil y una tableta. Tras el primer arresto, los agentes iniciaron una investigación en la que se descubrieron siete víctimas más, que tenían entre 15 y 18 años en el momento de los hechos.

Las investigaciones permitieron determinar que el acusado actuaba de la misma manera con el resto de los jóvenes, contactando con ellos a través de mensajes privados para ofrecerles contratos con un equipo profesional o mejorar su situación deportiva. Una vez que conseguía más confianza con las víctimas, comenzaba a conversar de índole sexual, solicitar fotografías de partes íntimas y proponer citas para tener relaciones. Algunos jóvenes llegaron a recibir ofrecimientos económicos por conductas sexuales. Los menores que se resistían a sus peticiones temían que su actividad deportiva pudiera verse perjudicada si no accedían.