LOGROÑO, 13 de mayo. En un sorprendente giro en el caso del asesinato ocurrido en Viniegra, emergen detalles inquietantes sobre la acusada y sus interacciones previas al crimen. Durante las investigaciones, se ha revelado que el día 12 de agosto de 2022, apenas 24 horas después de que, supuestamente, acabara con la vida de un hombre de 45 años, la acusada envió un mensaje a su hermana que podría arrojar luz sobre su estado mental en ese momento.

El mensaje contenía un enlace a una noticia sobre el crimen. Ante la inquietud de su hermana, quien le pidió que se alejara del lugar, la acusada respondió de manera perturbadora: "Ya no. Lo siento. Ya no salgo de ningún sitio. Estoy con él." Estas palabras han llamado la atención de la Fiscalía, que ha cuestionado a la hermana sobre el significado de la declaración, aunque la testigo ha admitido no comprender del todo a qué se refería su hermana.

En su declaración ante el juez, la hermana insistió en que no cree que su hermana tuviera la capacidad de involucrarse en un asesinato, sosteniendo que su hermana nunca podría “decidir asesinar a alguien en la vida”. Sin embargo, la Fiscalía mantiene una postura firme y ha presentado datos que contradicen las afirmaciones de la testigo, incluido el hecho de que el teléfono de la acusada estaba geolocalizado en Viniegra en el momento del crimen.

Hoy, la Audiencia Provincial celebra la cuarta sesión del juicio que enfrenta a tres personas acusadas en este trágico caso. La Fiscalía sostiene que los acusados dispararon a la víctima y lo golpearon brutalmente antes de ocultar su cuerpo y deshacerse de él en una sima de más de 56 metros de profundidad. La acusación demanda 24 años de prisión por asesinato y un año y medio adicional por tenencia ilícita de armas.

En esta jornada, los hermanos de la acusada fueron llamados a testificar. Según la hermana, la noche del crimen, ella estuvo con la acusada en Murillo ayudándole con una mudanza, afirmando que aquella era una decisión de la acusada de dejar a su pareja y comenzar de nuevo en Logroño. Sin embargo, el contexto es grave: el novio, J.A.G., mantenía una deuda considerable con la víctima, lo que añade tensión a la situación.

La hermana narró que, al organizar la mudanza, la relación entre la acusada y su pareja no era buena, destacando que él a menudo la echaba de casa. Además, aseguró que el día del crimen, la acusada había expresado su intención de dejarlo, lo que pudo haber desencadenado los eventos de esa noche fatídica.

Pese a las afirmaciones de su hermana sobre su compañía durante la mudanza, la Fiscalía ha apuntado que la geolocalización del teléfono de la acusada indicaba que estuvo en Viniegra hasta las 15:30 horas. El hermano de la acusada también testificó, defendiendo la versión de su hermana y afirmando que ambos estuvieron juntos y nunca vio a su hermana involucrarse en un acto tan violento.

La tensión en la sala del tribunal sigue aumentando mientras se desenredan los detalles de esta compleja trama, y el destino de los acusados pende de un hilo a medida que se presentan pruebas y testimonios que marcarán el desenlace de este escabroso caso.