LOGROÑO, 19 de abril.

La fiscalía ha solicitado una condena de diez años y medio de prisión para A.B., quien está acusado de intentar cometer una agresión sexual contra la cuidadora de su madre en Rincón de Soto. Además, se le atribuye un delito leve de lesiones, lo que podría resultar en una multa de 900 euros y un extenso periodo de alejamiento de la víctima que asciende a 18 años y medio.

La acusación también exige el pago de una indemnización que asciende a 180 euros por los daños físicos, además de 10.000 euros por los daños morales causados a la víctima, que actualmente se encuentra bajo prisión provisional.

El juicio correspondiente se llevará a cabo el miércoles 23 de abril a las 11:00 horas en la Audiencia Provincial de La Rioja. De acuerdo con el documento del fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, los incidentes tuvieron lugar el 4 de agosto de 2023 a las 00:30 horas, cuando A.B. regresó a su hogar en Rincón de Soto, donde convivía con su madre, una hija menor, la cuidadora de su madre y un inquilino que ocupaba una habitación.

A.B. se dirigió a la habitación donde estaban su hija y la cuidadora. Una vez allí, pidió a su hija que se retirara, manifestando su deseo de estar a solas con la cuidadora. En un acto violento, el acusado intentó llevar a cabo sus intenciones sexuales, sometiendo a la cuidadora sobre la cama, a pesar de la resistencia de ella, que logró zafarse empujándolo.

En medio del forcejeo, el acusado intentó nuevamente someter a la cuidadora, acción que fue impedida por su hija, quien trató de ayudarla agarrando a su padre. Un inquilino, alertado por los gritos de la víctima, también acudió a ofrecer asistencia, pero A.B. le instó a marcharse, lo que llevó a este último a buscar ayuda.

Al ver frustrados sus intentos, A.B. se dirigió a la cocina y regresó con un cuchillo, amenazando a la cuidadora al poner la hoja en su costado para forzarla a mantener relaciones sexuales. En ese momento, le advirtió que si no accedía, la atacaría con el cuchillo.

A pesar de la brutalidad de la situación, la cuidadora logró liberarse y escapar, instante en el que llegó la Guardia Civil. Como resultado del asalto, la víctima sufrió múltiples hematomas, que le llevaron cuatro días para sanar.

La fiscalía considera que los actos del acusado constituyen un delito de agresión sexual en grado de tentativa así como un delito leve de lesiones. Por estos motivos, solicita una pena de diez años y medio de prisión, además de ocho años de libertad vigilada y una inhabilitación especial para empleos que impliquen contacto con menores durante un periodo de 18 años.

También se pide una multa de 900 euros por el delito leve de lesiones, así como una orden de alejamiento de 500 metros de la víctima durante 18 años y medio. Finalmente, se exige una indemnización de 10.000 euros por los daños morales sufridos, además de los 180 euros por las lesiones causadas.