El fiscal solicita una condena de nueve años de prisión para T.E.V. por un delito contra la salud pública, específicamente por traficar con sustancias psicotrópicas que causan grave daño a la salud humana. Esta acusación surge después de que se interceptaran drogas en el peaje de Lardero de la AP-68. Además de la pena de cárcel, también se le requiere el pago de una multa de 38.888 euros. El juicio correspondiente a este caso se lleva a cabo hoy en la Audiencia Provincial de La Rioja.

Según el documento al que Europa Press ha tenido acceso, la acusada de 33 años, cuenta con antecedentes penales relacionados con el tráfico de drogas. En este caso en particular, el 10 de octubre de 2022, se trasladó a Bilbao en un vehículo conducido por su exmarido, cuyo caso ha sido archivado.

Ella viajó a Bilbao porque "personas no identificadas le habían pedido recoger una partida de anfetaminas en dicha ciudad para transportarla hasta La Rioja y, una vez de regreso en la ciudad de Logroño, entregársela a terceras personas".

Cuando estaban regresando, en el peaje de Lardero ubicado en el kilómetro 128.000 de la autopista AP-68 (Bilbao-Zaragoza), agentes de la Guardia Civil que realizaban un punto de verificación de vehículos detectaron signos de nerviosismo en la acusada, quien apretaba un bolso de mano contra sus rodillas.

La acusada admitió llevar consigo speed dentro de su bolso, concretamente dos kilogramos de esta sustancia. Además, afirmó que también portaba sustancias ilícitas en su ropa interior, de donde extrajo dos envoltorios de plástico que guardaba en su sujetador.

El bolso de la acusada contenía una bolsa transparente termosellada con speed, con un peso bruto de 1.056,95 gramos y un peso neto de 1.045,69 gramos, que resultó ser anfetamina con una riqueza media del 10,7%. También se encontró una bolsa termosellada abierta con speed, con un peso bruto de 318,99 gramos y un peso neto de 307,31 gramos, que resultó ser anfetamina con una riqueza media del 10,3%.

Además de esto, la acusada llevaba un envoltorio de celofán abierto en su ropa interior, que contenía speed, con un peso bruto de 1,28 gramos y un peso neto de 0,81 gramos, que resultó ser anfetamina con una riqueza media del 44,6%. También portaba un envoltorio de celofán abierto con un peso bruto de 0,97 gramos y un peso neto de 0,11 gramos, que resultó ser cocaína con una riqueza media del 72,8%.

En el mercado ilegal, el valor total de las sustancias ilícitas confiscadas ascendería a 38.888,16 euros.

El fiscal considera que estos hechos constituyen un delito contra la salud pública debido al tráfico de sustancias psicotrópicas que causan grave daño a la salud humana. La acusada es considerada responsable de este delito como autora. En consecuencia, el fiscal solicita una condena de nueve años de prisión y una multa de 38.888 euros.