El impacto que tuvo un apagón en la Península Ibérica ha sido calificado por el presidente Pedro Sánchez como una "pronunciada oscilación técnica" en el sistema eléctrico europeo. Durante una intervención en el Palacio de la Moncloa, el mandatario volvió a enfatizar que se están explorando diversas posibilidades sobre los motivos del incidente, aunque hizo un llamado a evitar la difusión de especulaciones o rumores infundados.

Sánchez, que ofreció una comparecencia sin preguntas tras una reunión del Consejo de Seguridad Nacional convocada para abordar esta crisis, resaltó cómo la mencionada "oscilación" derivó en "una interrupción masiva del suministro eléctrico" no sólo en España, sino también en algunas áreas del sur de Francia. Tras el evento, Red Eléctrica Española activó los protocolos de emergencia pertinentes, y el Gobierno declaró una "crisis de electricidad" de acuerdo con la normativa vigente.

En cuanto a los orígenes del apagón, el jefe del Ejecutivo advirtió que aún se carece de "datos concluyentes" sobre las causas que provocaron la falla en el servicio, instando a los ciudadanos a informarse a través de fuentes oficiales, tal como ha sucedido en situaciones similares anteriores.

Sin dejar de lado ninguna posibilidad, el presidente enfatizó que la prioridad sigue siendo "restablecer el suministro eléctrico" a los hogares afectados. Subrayó que España posee planes específicos para gestionar este tipo de contingencias, haciendo hincapié en que los ciudadanos deben evitar "prestar atención a informaciones de dudosa procedencia".

"Es fundamental ceñirse a los comunicados oficiales y no difundir rumores, ya que durante situaciones de crisis se genera una ola de desinformación que puede crear confusión y ansiedad entre la población", comentó Sánchez. Por ello, pidió a todos que actúen con responsabilidad al compartir información, recordando la importancia de la veracidad y la confiabilidad en momentos delicados como el que se está viviendo.