
LOGROÑO, 7 de marzo.
La capital riojana da inicio a una nueva edición de Logrostock, la feria de oportunidades que reúne lo mejor del comercio local en el emblemático Paseo del Espolón. Esta cita, que se llevará a cabo durante tres días, busca resaltar “la magia del mostrador” y la esencia del comercio en la ciudad.
Desde este viernes hasta el domingo, hasta 162 expositores presentarán una amplia variedad de productos, desde alimentos hasta ropa y accesorios, lo que permite a los ciudadanos explorar y valorar la oferta del mercado local. La feria, que celebra su 23ª edición, cuenta con la bendición de un sol brillante que ha animado tanto a expositores como a visitantes, en contraste con la lluvia que se había pronosticado inicialmente.
El corte de cinta inaugural estuvo a cargo del alcalde Conrado Escobar, el presidente del Gobierno riojano, Gonzalo Calleán, y representantes de CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), quienes estuvieron acompañados por autoridades locales, incluyendo a la presidenta del Parlamento, Marta Fernández Cornago, así como miembros del Gobierno de La Rioja y de la Cámara de Comercio.
Con palabras de entusiasmo, el alcalde Escobar resaltó la calidad de los productos ofrecidos y la dedicación de los comerciantes: “No solo se trata de ofrecer buen producto; lo que distingue al comercio de Logroño es la atención personalizada y el cariño que se pone en cada transacción, algo que las plataformas digitales no pueden replicar", afirmó.
El primer edil destacó que el comercio local no se limita a la mercancía, sino que implica también una atención al cliente que es fundamental para la experiencia de compra. “La esencia de nuestro comercio se encuentra en la cercanía y el compromiso de los comerciantes, que siempre están dispuestos a escuchar y entender las necesidades de sus clientes”, añadió Escobar.
Anualmente, Logrostock busca acercar la oferta comercial a la ciudadanía, sacando a los productos a la calle y fortaleciendo la identidad del comercio de barrio. El presidente del Gobierno riojano, Calleán, lo describió como una “oportunidad invaluable” para exhibir la diversidad y calidad de más de 30 sectores representados por 120 comerciantes locales.
Calleán también destacó la importancia de los comerciantes en la estructura económica de la ciudad, reconociendo su papel fundamental en el desarrollo económico y social de Logroño, que ha sido históricamente conocido por su buen comercio.
La feria también tiene un objetivo de apertura hacia otras comunidades vecinas, ya que el año pasado, un 25% de los más de 121.000 visitantes procedían de fuera de La Rioja. Se trata, sin duda, de un evento que no solo promueve el comercio, sino que también fomenta la unión entre las comunidades.
Logrostock es una celebración familiar que permite a los adultos disfrutar de la compra, mientras que los más pequeños tienen la oportunidad de participar en diversas actividades recreativas. La feria contará con una ludoteca abierta en las tardes del viernes y sábado, así como en las mañanas del fin de semana, brindando así un espacio de diversión para los niños.
Entre las actividades lúdicas, se incluyen espectáculos teatrales, juegos inflables, palomitas y chocolatadas solidarias, además de una yincana comercial organizada por la asociación ÑGames. Este enfoque busca asegurar que todos los miembros de la familia disfruten de la experiencia de Logrostock.
Además, en esta edición, se destinará un stand para dar a conocer las acciones de diversas fundaciones y ONGs. Durante los tres días de feria, estarán presentes entidades del CERMI, la Asociación Española contra el Cáncer, la Asociación Protectora de Animales, así como otras agrupaciones que integran la vida social y comunitaria de La Rioja.
El alcalde Escobar también anunció iniciativas para realzar el valor de los comercios centenarios de la ciudad, destacando su relevancia histórica. “Vamos a identificarlos para que los logroñeses conozcan la riqueza que hay detrás de estos establecimientos que son parte de nuestra historia”, afirmó. La idea es crear un catálogo que permita a los ciudadanos apreciar el legado de su comercio local tradicional.
En resumen, Logrostock no solo es una oportunidad para adquirir productos de calidad, sino también un evento que promueve la cohesión social y el orgullo por lo local, fortaleciendo así la identidad de Logroño como capital comercial de la región.
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