LOGROÑO, 27 Ago.

La subestación eléctrica soterrada de Cascajos estará en pleno funcionamiento para finales de este año, cumpliendo con los plazos programados. El alcalde Conrado Escobar, acompañado por el concejal de Energía, Ángel Andrés, y el delegado institucional de Iberdrola en La Rioja, Carlos Sobrino, inspeccionó la instalación el martes.

"Estamos en la etapa final de una instalación de gran importancia para Cascajos, en relación con el proyecto de integración ferroviaria y, en general, para toda el área sur de Logroño, que será abastecida por esta instalación", afirmó Escobar.

El alcalde destacó que esta instalación brindará un suministro seguro, sostenible y continuo de energía eléctrica a la zona sur de Logroño, siendo una infraestructura de última generación. Resaltó la colaboración entre el Ayuntamiento e Iberdrola en este proyecto.

Escobar mencionó que la instalación está siendo realizada con gran profesionalidad, superando dificultades relacionadas con el nivel freático de la ciudad. Se han desarrollado cinco fases, encontrándose actualmente en la cuarta fase, con la expectativa de finalizar en diciembre.

En cuanto a las mejoras urbanas, se espera una transformación significativa en la calle Miguel Delibes, que recuperará su espacio y permitirá una mejor circulación y mayor área verde para la ciudad.

Por su parte, Carlos Sobrino enfatizó la estrecha colaboración en la definición de la solución técnico-económica del proyecto, resaltando la integración estética y urbanística en el entorno ferroviario soterrado.

La nueva instalación incorpora tecnologías de vanguardia en el sector eléctrico, mejorando la seguridad, calidad del suministro y reduciendo el impacto ambiental. Se espera que esté en pleno funcionamiento para finales de año.

Los trabajos para finalizar el montaje electromecánico concluirán en octubre, comenzando las pruebas hasta noviembre. Se espera que en diciembre la subestación esté completamente operativa, eliminando la provisional sin afectar a los usuarios.

El coste total del proyecto es de 5.895.533 euros más IVA, con la participación de Iberdrola aportando 1.500.000 euros más IVA. El Ayuntamiento de Logroño contribuye con 4.395.533 euros.

El proyecto incluye el desmontaje y construcción de subestaciones, con Iberdrola cediendo la parcela liberada al Ayuntamiento. El estudio arquitectónico busca una integración estética y funcional que mejore el barrio de Cascajos.

La subestación de Cascajos se instaló en 1990 para atender la demanda de energía en la zona, asumiendo una parte importante del sector Centro-Sur de la ciudad. El soterramiento busca mejorar la seguridad, reducir el impacto ambiental y optimizar el suministro eléctrico.

Los trabajos iniciados por Iberdrola en 2021 tienen como objetivo soterrar la subestación en la misma ubicación, en colaboración con el Ayuntamiento de Logroño. La finalización del proyecto se espera para finales de año.