
LOGROÑO, 2 de abril. El Gobierno de La Rioja ha solicitado formalmente a la Comisión Europea la exclusión del vino y sus industrias auxiliares de cualquier contramedida en respuesta a los aranceles impuestos por Estados Unidos. Esta petición refleja una preocupación por la estabilidad del sector vitivinícola, que ha insinuado que no debe ser víctima de represalias comerciales, tal y como ocurrió en 2019. Las autoridades riojanas instan a la Unión Europea a buscar una solución a través del diálogo antes que recurrir a sanciones.
Jesús Ángel Garrido, director general de Fondos y Relaciones con la UE, planteó esta inquietud en su intervención durante el 165º pleno del Comité Europeo de las Regiones. La discusión, impulsada por La Rioja, se centra en la salvaguarda del vino europeo frente a las repercusiones de la disputa comercial con Estados Unidos.
Garrido destacó ante los representantes comunitarios la magnitud del mercado estadounidense para la industria del vino en Europa, donde el Rioja ocupa un lugar destacado. Subrayó que Estados Unidos es el tercer mayor destino de las exportaciones de vino, representando un 10% en volumen y un 15% en valor para la región.
Ante esta situación, el director general hizo un llamado a la Comisión Europea para que mantenga la "firmeza" durante las negociaciones y facilite un "diálogo constructivo". Su objetivo es lograr un pacto que evite que el conflicto arancelario perjudique al sector vitivinícola. Reiteró la necesidad de no incluir el vino en la lista de productos a los que se aplicarían las contramedidas europeas.
“No es aceptable que el vino y otros productos agrícolas sean nuevamente blanco de represalias comerciales, especialmente con aranceles que podrían eliminar totalmente la presencia de los vinos europeos en el mercado estadounidense”, afirmó con énfasis Garrido.
Asimismo, solicitó la exclusión de los productos americanos derivados de la madera, haciendo hincapié en que esto impactaría negativamente a las tonelerías de La Rioja, que utilizan en un 80% roble americano para su producción.
En su participación en el plenario, recordó que ya se han vivido consecuencias de aranceles anteriores, como el 25% aplicado en 2019, que resultaron en una reducción del 30% en las exportaciones para Francia y Alemania, y del 10% para España. “Este asunto es una preocupación compartida entre todos los responsables regionales y locales; tomamos este desafío con la seriedad que merece”, añadió.
El Gobierno de La Rioja está en la búsqueda de implementar medidas de apoyo a los sectores afectados, según indicó Garrido, quien destacó que el presidente de la región, Gonzalo Capellán, ha enfatizado la necesidad de desarrollar planes específicos para cada sector impactado.
La agenda de La Rioja en el Comité Europeo de las Regiones seguirá desarrollándose el jueves, 3 de abril, con varias actividades. Garrido participará en el primer encuentro de un nuevo grupo interregional del CdR dedicado al vino, cuyo objetivo es fomentar la elaboración de un dictamen sobre la cultura vitivinícola y facilitar el intercambio de buenas prácticas entre regiones productoras de vino.
Adicionalmente, la segunda sesión del plenario incluirá discusiones sobre la mejora de la competitividad agrícola en la UE, donde La Rioja ha propuesto enmiendas que destacan la importancia de las campañas de información sobre la calidad de los productos y el impulso a la rentabilidad de las explotaciones agrícolas.
Por último, se espera que Garrido intervenga en la declaración del vicepresidente ejecutivo de Cohesión y Reformas de la Comisión Europea, Raffaele Fitto, en el encuentro de mañana.
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