
LOGROÑO, 13 de agosto. La Guardia Civil ha desplegado una operativa en La Rioja que ha resultado en la incautación de 430 kilos de caracoles y caracolas silvestres que estaban destinados a un transporte ilegal hacia Albacete. Este cargamento no cumplía con los estándares de control sanitario, generando un potencial riesgo para la salud pública.
La intervención forma parte de las acciones preventivas que lleva a cabo el Instituto Armado, orientadas a frenar la venta irregular de alimentos, en particular aquellos que provienen de entornos naturales y que no cumplen con las normativas legales establecidas.
En un reciente dispositivo de seguridad, los agentes del Puesto de Aldeanueva de Ebro identificaron una furgoneta sospechosa en el municipio de Rincón de Soto. Al inspeccionar al conductor y su carga, comenzó a levantarse la sospecha sobre la legalidad del transporte.
El conductor admitió estar transportando caracoles. Sin embargo, los agentes se mostraron preocupados debido a que la furgoneta no contaba con un sistema de refrigeración adecuado, algo esencial para asegurar la correcta conservación de este tipo de productos alimenticios.
Al revisar el vehículo, encontraron 16 cajas que contenían dos mallas de caracolas, sumando aproximadamente 160 kilos. La falta de trazabilidad era evidente, ya que no existía etiquetado ni documentación que avalara el origen de la carga. Durante el interrogatorio, el hombre confesó que los caracoles habían sido adquiridos a través de canales ilegales, recolectándolos en campos de alcachofas locales y almacenándolos posteriormente en una nave con cámara frigorífica.
Según su relato, etiquetaba los caracoles en su nave antes de enviarlos a Albacete para la venta. Como resultado de esta intervención, los agentes no solo levantaron un acta de infracción grave a la Ley de Ordenación de Transportes, por la falta de documentación adecuada, sino que también impusieron una multa que podría oscilar entre 401 y 600 euros.
Posteriormente, los hechos fueron comunicados al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), que junto a veterinarios del Gobierno de La Rioja, se dirigieron hacia la nave para realizar una inspección más exhaustiva. Allí encontraron adicionalmente otros 270 kilos de caracoles y caracolas en condiciones similares de almacenamiento, procediendo a inmovilizar un total de 400 kilos de caracolas y 30 kilos de caracoles para evitar su comercialización y salvaguardar la salud pública.
Tras la intervención, el SEPRONA emitió una denuncia administrativa bajo la Ley 17/2011, que regula la seguridad alimentaria, debido a la compra de estos caracoles en el mercado ilegal sin garantía de su origen o trazabilidad. Además, se registró otra denuncia por infringir las normativas de sanidad alimentaria y etiquetado de productos perecederos.
Las multas por este tipo de infracciones, en ausencia de riesgo para la salud, pueden llegar a los 5000 euros. También se levantó una denuncia adicional en virtud de la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural, que prohíbe la caza, captura y comercio de animales silvestres sin autorización, lo cual podría conllevar sanciones de más de 3001 euros.
La Guardia Civil enfatiza la importancia de adquirir alimentos únicamente en establecimientos autorizados, ya que la comercialización de productos que no sean seguros desde el punto de vista sanitario representa un grave riesgo para la salud de los consumidores, especialmente cuando se trata de productos recolectados sin ningún tipo de control.
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