
El juicio por el escalofriante crimen de Viniegra ha revelado audios inquietantes entre dos de los acusados, donde se observa cómo la pareja de uno de ellos y su amigo discutían sobre la planificación del asesinato de un hombre debido a una deuda relacionada con drogas. En uno de los audios, el amigo, I.Z.A., expresa su frustración por verse involucrado en esta situación peligrosa, advirtiendo sobre las graves consecuencias que podría enfrentar: "Mira en qué movidita me habéis metido. Al menos me como 15 años por la cara, sin comerlo y sin beberlo", se escucha decir.
Durante la quinta sesión del juicio, que tuvo lugar en Logroño, el jurado popular tuvo acceso a varios de estos mensajes de voz, grabados entre el 9 y el 11 de agosto de 2022, días previos y posteriores al asesinato. En uno de los audios, I.Z.A. muestra su preocupación por la planificación del crimen al decir: "Hay que hacer las cosas bien" y recuerda que se encuentra en régimen condicional, dejando claro que su amigo, J.A.G., lo ha metido en un lío del que podría ser difícil salir.
I.Z.A. también expresa su inquietud sobre la posible repercusión de sus acciones, mencionando una deuda de 300 euros con J.A.G. y preguntándose quién se haría cargo de su bienestar si todo salía mal. Su tono sugiere una mezcla de ansiedad y resignación, tal como se puede apreciar en las transcripciones: “¿Quien me va a dar de comer a mí allá dentro?”
Las grabaciones del 9 de agosto, día del asesinato, revelan discusiones sobre los detalles logísticos del crimen. I.Z.A. reprocha a la novia del deudor que su pareja tiene un horario, insistiendo en que no debería ser él quien se encargara del "marrón" de la situación. Con una preocupación palpable, sostiene: "A mí si viene aquí, pum, pum... luego lo tiramos donde le dije. Yo no voy a bajar a Alberite a hacerlo y luego subirlo... no me como eso... que son 15 años por lo menos..."
Más detalles preocupantes surgen cuando I.Z.A. menciona la adquisición de gasolina para una motosierra, preparando así un plan para deshacerse del cuerpo de manera irrevocable. "Por si por lo que sea, para echar la garrafa y que se queme bien la leña", dice, dejando claro que su intención es asegurar que no queden pistas del crimen.
Los audios culminan con I.Z.A. hablando sobre la posibilidad de trasladar el cuerpo, considerando opciones más seguras para deshacerse de él. "Si quiere subir que suba, que me dé eso, que lo hago yo, echamos la mierda a la furgoneta y la tiramos al contenedor y ya está", expresa, asumiendo un tono desafiante ante las implicaciones legales de sus acciones.
Los mensajes también indican que el día 11 de agosto se establecieron planes específicos para llevar el cuerpo a una sima. I.Z.A. deja en claro que este lugar es ideal porque "hay mucha altura y no se ve de ningún lado", una estrategia que refleja la desesperación y la movilidad de los acusados para eludir a la justicia.
Ante este panorama, la Fiscalía considera que estos actos constituyen delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas. La jurisdicción busca imponer a cada uno de los acusados una pena de 24 años de prisión por el asesinato, además de un año y seis meses por la tenencia de armas. Asimismo, uno de los acusados enfréntase a una pena de seis meses por conducir sin puntos.
Finalmente, se ha dictaminado que los acusados deben indemnizar al hijo menor del difunto con 200.000 euros y a cada uno de los progenitores con 60.000 euros, lo que demuestra el grave impacto emocional y financiero que estos crímenes dejan en las familias de las víctimas.
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