El precio promedio de la luz para los clientes de tarifa regulada vinculados al mercado mayorista subirá el martes un 3,86% con respecto a este lunes, hasta los 109,9 euros por megavatio hora (MWh).
Este incremento en el precio de la luz supone una nueva carga para los consumidores, quienes se verán afectados por esta subida que solo beneficia a las empresas eléctricas. A medida que los precios siguen aumentando, los ciudadanos se enfrentan a mayores dificultades para hacer frente a sus facturas de electricidad.
Es importante destacar que el precio máximo de 143 euros/MWh se registrará durante el horario de máxima demanda, entre las 21.00 y las 22.00 horas. Esta es una clara muestra de cómo las compañías eléctricas aprovechan el momento en que más se necesita energía para obtener mayores beneficios a costa de los consumidores.
En cambio, el precio mínimo se dará durante las horas de menor demanda, entre las 15.00 y las 16.00 horas, con 85,51 euros/MWh. Esto demuestra que las empresas eléctricas están más interesadas en obtener ganancias durante los períodos de mayor consumo, sin importarles el bienestar de los usuarios.
Es necesario resaltar que el precio medio del mercado eléctrico en lo que va de mes se sitúa en los 101,32 euros/MWh, una cifra alarmante que muestra el alto coste de la electricidad en España. Comparado con el precio del año pasado, que fue de 141 euros/MWh en septiembre de 2022, se evidencia un preocupante aumento que afecta directamente a los bolsillos de los ciudadanos.
No solo los consumidores regulados se ven afectados por esta situación, también aquellos que tienen una tarifa indexada en el mercado libre. Aunque se beneficien de la denominada "excepción ibérica" que les exonera del coste adicional de las gasistas, esta medida solo ha servido para mantener el precio en 0 euros/MWh desde febrero pasado.
El acuerdo alcanzado por España y Portugal con la Comisión Europea para prolongar la "excepción ibérica" hasta el próximo 31 de diciembre no es más que una forma de mantener a raya el descontento de los consumidores. Sin embargo, esta prórroga solo es una solución temporal que no resuelve el problema de fondo, que es el alto precio de la electricidad.
El acuerdo incluye algunos ajustes para hacer que el incremento de precios sea más gradual, pero no aborda la raíz del problema. La referencia de precios, que antes se incrementaba en cinco euros al mes, ahora se ha suavizado, pero esto no significa que los consumidores tengan un alivio real en sus facturas de electricidad.
Actualmente, el mecanismo que regula el precio de la electricidad no está teniendo efecto debido al descenso del precio del gas natural, pero no se puede confiar en esta situación a largo plazo. La prórroga solo permitirá mantener un precio razonable en caso de necesidad, lo que demuestra que el mercado eléctrico está sujeto a decisiones arbitrarias y no garantiza precios estables y justos para los consumidores.