
El pasado viernes 22 de septiembre se descubrieron gusanos en seis comedores escolares de La Rioja, en lugar de los cinco centros educativos inicialmente reportados, según informó FAPARioja, una organización de padres y madres. Estos comedores son atendidos por Serunion, una empresa de servicios de alimentación. La organización recibió informes de las asociaciones de padres y madres y de las familias sobre la presencia de gusanos en la pasta de comida servida en los comedores. La organización destacó que en Logroño, debido a las fiestas de San Mateo, no había clases.
FAPARioja indicó que Serunion atribuyó el incidente a las altas temperaturas de esos días y aseguró que no hay razón para esperar que más centros estén afectados, ya que se trataba de bolsas de pasta diferentes. La organización también tranquilizó a las familias al afirmar que el incidente fue solo un accidente y que los monitores de los comedores fueron quienes detectaron la presencia de larvas en el plato sin que los alumnos llegaran a comerlo, según afirmaron desde la empresa.
Sin embargo, FAPARioja señaló que en el colegio Eladio del Campo de Murillo la pasta con gusanos sí se sirvió y se les ocultó el problema a los alumnos. Los primeros en advertir el problema fueron los cocineros de los comedores, quienes pudieron elaborar otra comida y resolver la situación. Los cocineros se comunicaron a través de un grupo de WhatsApp para avisarse mutuamente. Según FAPARioja, Serunion fue alertada del incidente a las 13:20, por lo que ya sabían lo que estaba sucediendo, pero para las 14:00 horas, el resto de los centros educativos aún no habían sido informados y se les siguió sirviendo el plato. Incluso hubo centros que se enteraron del problema a través de los medios de comunicación y no fueron notificados posteriormente.
FAPARioja ha recopilado informes parciales de los centros afectados, que describen la aparición de gusanos en la pasta en cada caso. En el CEIP Ángel Oliván de Calahorra, la cocinera in situ detectó los gusanos antes de servirlos y pudo preparar otro menú. En el CEIP Eladio del Campo de Murillo, donde se utiliza un servicio de catering, las monitoras del comedor advirtieron a la dirección del centro sobre un gusano en un plato de pasta después de que los estudiantes ya lo hubieran comenzado a comer. En el CEIP Gonzalo de Berceo de Villamediana, los macarrones tenían una consistencia grumosa y no fueron consumidos por la mayoría de los estudiantes. En el CEIP San Felices de Bilibio de Haro, se encontraron gusanos y se retiró la comida. En el CEIP Cervantes de Fuenmayor, los macarrones estaban pegados y tenían una textura extraña, la salsa de tomate era anaranjada y no tenía buen sabor. Los estudiantes probaron la comida, pero la dejaron. En el CEIP Eduardo González Gallarza de Rincón de Soto, se detectó un gusano en los macarrones después de que un niño lo encontrara en su plato. Algunos estudiantes ya habían comenzado a comer. En la Escuela de Primer Ciclo de Infantil Eladio del Campo de Murillo, los niños comieron la pasta sin saber que había gusanos hasta que las familias fueron informadas por la dirección del centro. En el Colegio de Uruñuela, no hubo información por parte de Serunion. En el CEIP San Prudencio de Albelda, se encontraron gusanos durante la elaboración de la comida, pero al tener una cocinera in situ, se pudo preparar otra comida. El CEO Villa de Autol no fue informado por Serunion sobre el incidente. En el CEIP Avelina Cortázar de Alberite, los estudiantes comieron la pasta sin detectar gusanos. La información sobre el incidente llegó al comedor a través de una cuidadora de otro comedor. Serunion no se ha puesto en contacto con la escuela en ningún momento. Todos estos incidentes subrayan la disminución en la calidad de los alimentos y su preparación en los comedores escolares, según la Comisión de Comedores Escolares de FapaRioja, que lleva tiempo denunciando esta situación.
La Comisión de Comedores Escolares ha pedido que se cocine en las escuelas, en lugar de recibir el servicio de catering, ya que esto permitiría detectar y solucionar problemas como estos. Además, FapaRioja y las asociaciones de padres y madres han solicitado a la Consejería de Educación del Gobierno de La Rioja que cambie la gestión de los comedores escolares y opte por empresas más pequeñas y locales. La Consejería de Educación tiene informes detallados sobre la calidad de los alimentos y las quejas presentadas este año, así como la capacidad de hablar con los cocineros y cocineras para recopilar información sobre los problemas de los últimos años. También se menciona que ya ha habido casos similares de gusanos en alimentos suministrados por Serunion en colegios de León y Alicante, así como en el comedor del Hospital de León. FapaRioja también ha solicitado al gobierno regional que realice un estudio detallado del producto en mal estado y un informe sobre las posibles fallas en el protocolo, y que se tomen medidas contra la empresa responsable de la alimentación de los estudiantes.
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