LOGROÑO, 21 de marzo.

Recientemente, la iglesia de la Asunción en Viguera ha presentado preocupantes grietas, un problema que se agrava tras el desplome de su torre el 23 de febrero. Esta situación ha llevado a la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño a tomar medidas preventivas, instalando 'testigos' para monitorear la evolución de las fisuras en la estructura.

La Diócesis ha expresado su solidaridad con las víctimas de este incidente, destacando especialmente a las familias que han sufrido la pérdida de sus hogares y vehículos, así como a los vecinos de Viguera. Desde el primer momento, se han comprometido a colaborar en la búsqueda de soluciones rápidas y efectivas para ayudar a quienes más lo necesitan. En cuanto a las causas que provocaron el derrumbe, la empresa encargada de la limpieza de escombros continúa su labor, que avanza lentamente debido a la magnitud de los restos y las complicaciones para acceder a la zona afectada.

Hasta ahora, durante el proceso de desescombro se han recuperado diversos elementos históricos de la iglesia, como campanas, yeserías y la veleta de la torre. Actualmente, también se están realizando trabajos en el tejado del templo; una vez que concluyan estas tareas, los especialistas podrán aportar más claridad sobre lo sucedido.

La aparición de grietas en diferentes sectores del templo ha llevado a las autoridades a colocar testigos que permitan observar su evolución. Al mismo tiempo, se está llevando a cabo un estudio exhaustivo sobre el estado de los muros para evaluar los daños incurredos tras el colapso. Mientras tanto, para garantizar la seguridad de los fieles, las ceremonias religiosas se están llevando a cabo en instalaciones que el Ayuntamiento de Viguera ha puesto a disposición.

La Diócesis ha querido expresar su agradecimiento tanto al Ayuntamiento como al Gobierno regional por su soporte en este desafortunado acontecimiento, y ha reafirmado su compromiso de trabajar de manera coordinada en la restauración de este importante patrimonio cultural.