En la ciudad de Logroño, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha destacado la importancia de los jóvenes en la construcción de una economía sostenible, digital, justa e inclusiva, y próspera para todos. Para lograr esto, considera fundamental involucrarse en la formación teniendo en cuenta las necesidades y capacitación que requieren las empresas.

Garamendi participó en una nueva edición de Aula UNIR, donde se debatieron las dificultades que enfrentan los jóvenes al acceder al mercado laboral y se plantearon posibles soluciones. El evento fue presentado por el rector de la universidad en línea riojana, José María Vázquez García-Peñuela, y moderado por la vicerrectora de Transferencia de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), Isabel Díez.

El líder empresarial instó a los jóvenes a no conformarse simplemente con mejorar su empleabilidad, sino a aspirar a ser altamente competentes y capaces de enfrentar los retos de las economías del futuro. Resaltó la crisis generada por la pandemia de COVID-19 y el impacto en las vidas y empleos perdidos, aunque destacó la evolución positiva de las economías y los mercados de trabajo en los últimos años.

Garamendi destacó que los mercados de trabajo han logrado recuperarse y que el empleo de los jóvenes ha aumentado significativamente. Sin embargo, expresó preocupación por la tasa de desempleo juvenil que todavía persiste en España y la necesidad de enfocarse en la digitalización, la competitividad y la transición verde en los próximos años.

El presidente de la CEOE subrayó la importancia de promover la empleabilidad juvenil con estrategias integrales que involucren a las empresas. Destacó la colaboración público-privada, la formalización del empleo juvenil, la formación adaptada a las necesidades del mercado laboral y la inclusión de jóvenes en situación de vulnerabilidad.

Garamendi también hizo hincapié en la necesidad de reducir las desigualdades de género en el empleo juvenil, promoviendo políticas de igualdad en los lugares de trabajo y apoyando la participación de mujeres jóvenes en sectores tradicionalmente masculinizados. Asimismo, abogó por una mayor coordinación entre el sistema educativo y las empresas para acercar la formación profesional a las necesidades del tejido productivo.