Crónica La Rioja.

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Enfermeras piden reconocimiento por su labor en el SERIS

Enfermeras piden reconocimiento por su labor en el SERIS

En medio de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, las enfermeras en La Rioja han salido a las calles para exigir un cambio estructural que reconozca adecuadamente su trabajo en el Servicio Riojano de Salud (SERIS). Se han manifestado en contra de la discriminación laboral y profesional que enfrentan debido a ser un colectivo mayoritariamente femenino.

Convocadas por el Sindicato de Enfermería, SATSE, las enfermeras se han concentrado en el Hospital San Pedro y en Calahorra para enviar un mensaje claro de su descontento y desilusión ante la falta de interés de las administraciones públicas en su situación.

Las protestas en La Rioja forman parte de una serie de acciones de información, sensibilización y presión sindical llevadas a cabo por SATSE con motivo del Día de la Mujer, con el propósito de crear conciencia sobre la realidad laboral de las enfermeras.

En una de las concentraciones, Patricia Mogena, secretaria autonómica de SATSE, leyó un manifiesto en el que enfatizó la urgencia de reconocer la esencial contribución de las enfermeras al sistema sanitario y poner fin al menosprecio y subvaloración de su labor.

Las enfermeras han puesto de relieve la discriminación que padecen al permanecer en el subgrupo A2, una clasificación profesional que no se ajusta a la formación universitaria actual ni al desarrollo de la profesión en los últimos años, generando una brecha laboral y salarial significativa.

Según explicaron, esta clasificación les impide alcanzar su máximo potencial profesional, reforzando prejuicios y estereotipos negativos sobre su labor. Por ello, exigen una reestructuración que refleje de manera justa su formación, competencias y responsabilidades actuales.

Las enfermeras han solicitado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, coordinar los ministerios implicados en la reforma del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) para integrarlas en un único Grupo A, sin subgrupos, dentro de la administración pública.

Esta nueva clasificación les ofrecerá oportunidades equitativas de crecimiento profesional, acceso a puestos de liderazgo, y una remuneración justa. Asimismo, subrayaron la persistencia de roles sexistas que relegan su labor, a pesar de su vital importancia en el sistema sanitario y en la sociedad.

Entre las injusticias que enfrentan, mencionaron la falta de reconocimiento de la dificultad y riesgos de su trabajo, lo que les impide acceder a la jubilación anticipada voluntaria, además de sufrir estereotipos sexistas, agresiones físicas y verbales, y obstáculos para la conciliación laboral y familiar.