El autor del crimen del profesor se protegió para evitar contaminar la escena, según la Policía Nacional.
Un crimen impactante ha conmocionado a la ciudad de Logroño, donde el cuerpo de un profesor fue hallado muerto en su domicilio el 18 de febrero de 2020. Según la hipótesis de los agentes, la víctima fue maniatada y arrastrada desde la puerta hasta la cocina, con todas las huellas encontradas pertenecientes al profesor.
Agentes de la Policía Nacional testificaron ante el Juez que el autor del crimen tomó precauciones para no contaminar la escena del crimen, haciendo todo lo posible para evitar la transferencia de restos. Aunque no se encontraron huellas, ADN o restos biológicos de una persona específica en el lugar, los peritos policiales enfatizaron que esto no descarta la participación de alguien en el crimen.
Según la primera testificación policial, la puerta del domicilio de la víctima no mostraba signos de forzamiento, lo que sugiere que la víctima pudo haber abierto la puerta a su asesino. Además, se considera que la víctima fue maniatada con una cinta amarilla y arrastrada de la puerta principal a la cocina, donde se produjo su muerte.
Los agentes confirmaron que ninguna huella encontrada corresponde al presunto autor material del crimen, pero señalaron la fuerza necesaria para infligir las lesiones presentes en la víctima. El juicio por el "crimen del profesor" continuó con pruebas testificales contra dos acusados, un hombre y una mujer, de 30 y 35 años en el momento de los hechos, acusados de obstrucción a la justicia, homicidio y encubrimiento.
Las declaraciones realizadas durante el juicio revelaron que el acusado visitó la víctima para evitar un proceso judicial relacionado con una cantidad de dinero pendiente, lo que culminó en la muerte del profesor en su domicilio. A pesar de la falta de huellas de los acusados en la escena, la Fiscalía destacó que la ausencia de ADN no descarta su participación en el crimen.
Según los agentes de Policía Nacional, la violencia se concentró cerca de la puerta del domicilio y el cuerpo fue arrastrado hacia la cocina, evidenciando una posible lucha por parte de la víctima. Las lesiones más graves se encontraban en la cara y la parte posterior de la cabeza, sin que se haya encontrado el arma utilizada en el crimen.
El presunto autor material del crimen fue ubicado en Italia después de desaparecer de Logroño, mientras que la coacusada se encontraba en Madrid en el momento de los hechos. La Fiscalía está solicitando penas de cárcel para ambos acusados, así como indemnizaciones para la familia de la víctima. La Acusación Particular también busca condenas por homicidio o asesinato, junto con compensaciones para los hijos del profesor fallecido.
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