
En un operativo de gran envergadura, la Policía Nacional ha desmantelado un grupo delictivo en la ciudad de Elche, Alicante, que comercializaba productos de CBD en diversos estancos y tiendas de todo el país bajo una fachada de legalidad. Sin embargo, se ha descubierto que estos productos contenían un nivel de THC que superaba hasta siete veces el límite permitido por la ley española.
La operación, que tuvo lugar el 21 de junio, se llevó a cabo en múltiples localidades de la provincias de Alicante, así como en ciudades como Valencia, Logroño y Albacete. Como resultado de esta acción, cinco individuos fueron arrestados bajo los cargos de crimen contra la salud pública y pertenencia a una organización delictiva.
El inicio de esta investigación se remonta a noviembre de 2024, cuando se registró un aumento de pruebas de THC positivas entre conductores durante controles de rutina en Elche. Los implicados afirmaban no haber consumido drogas ilícitas, sino productos de CBD, que son legales en España siempre que su contenido de THC no supere el 0,2%.
Ante esta situación, la policía comenzó a rastrear la empresa detrás de los productos de CBD implicados, logrando destapar un complejo entramado que aparentemente blanqueaba dinero proveniente del tráfico de drogas. Este grupo criminal, que se había operado desde 2022, utilizaba la apariencia de una empresa dedicada al comercio de flores y plantas para encubrir su verdadera actividad ilícita.
Los análisis de los productos en cuestión revelaron que estos contenían un 1,4% de THC, lo que plantea serias preocupaciones sobre la salud pública. Los productos a la venta abarcaban desde vapeadores y flores hasta cremas y geles, cuya comercialización había aumentado de manera exponencial al utilizar estrategias de marketing engañosas. De hecho, los ingresos del negocio subieron dramáticamente de 20.000 euros en su primer año a más de 2 millones en el tercero, lo que sugiere un mecanismo eficaz de lavado del dinero proveniente de actividades delictivas.
Este caso pone de relieve el peligro de que, bajo el pretexto del CBD, se estén introduciendo sustancias altamente psicoactivas en el mercado legal. Así, muchos consumidores pueden estar ingiriendo productos que consideran inofensivos, sin ser conscientes de los riesgos que conllevan para su salud.
El operativo de desmantelamiento incluyó registros en Elche y la inspección de unos 20 establecimientos en varias localidades, donde se confiscó una considerable cantidad de productos listos para la venta y sustancia en bruto, poniendo fin a las actividades de estos criminales.
El CBD y el THC son cannabinoides presentes en la planta de cannabis, pero sus efectos son diametralmente opuestos: mientras que el primero no produce efectos psicoactivos, el segundo es el responsable de los efectos eufóricos que muchas personas buscan al consumir marihuana. Este último es considerado una sustancia prohibida en múltiples países, incluido España, debido a sus asociadas consecuencias negativas para la salud, como el riesgo de dependencia y problemas en la salud mental.
En resumen, el caso que ha tenido lugar en Elche subraya la necesidad de una vigilancia estricta sobre la comercialización de productos que, bajo la apariencia de legalidad, pueden en realidad esconder peligrosas sustancias ilícitas para la salud pública.
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