Recientemente, la Guardia Civil ha llevado a cabo una importante operación en Soria, en la que ha desmantelado una organización delictiva que, entre sus diversas actividades criminales, se destacó por realizar robos en varias localidades de La Rioja, específicamente en Ezcaray, Villoslada de Cameros y Tricio.

Soria y Logroño fueron testigos de esta noticia el pasado 30 de enero, cuando las autoridades informaron sobre la detención de tres individuos en Calatayud, Zaragoza. A estos se les atribuyen un total de 49 delitos, de los cuales 18 fueron cometidos en la provincia de Soria. Los delitos abarcan no solo robos en comercios y vehículos, sino también varios actos delictivos en Zaragoza, Teruel, Navarra, Guadalajara, Burgos, Segovia, Valladolid y Castellón.

Durante una presentación realizada por el subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, junto al teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil, Sergio Peñarroya, y el capitán de la Policía Judicial, Víctor Pérez, se revelaron los detalles de la operación ‘Caraza’. Esta acción se llevó a cabo después de un exhaustivo análisis de las actividades delictivas llevadas a cabo desde 2020, y culminó con las detenciones el 15 de enero de este año.

Los delincuentes que integraban esta banda destacaban por su "alto grado de especialización". Utilizaban vehículos de gran cilindrada, se valían de matrículas falsificadas y robaban gasoil, lo que les permitía operar sin necesidad de detenerse en gasolineras. Este modus operandi los hacía especialmente difíciles de atrapar.

La organización presentaba un carácter nómada y, en ocasiones, cesaban sus actividades ilícitas para evitar la persecución, regresando incluso a su país de origen, Rumanía, y cambiando de residencia con frecuencia.

Peñarroya subrayó que los delincuentes habían estado operando desde septiembre de 2020, cuando se registró un robo en un estanco de Ágreda, donde se utilizó un BMW robado con placas falsas. Este vehículo también se vincula a otros delitos en Navarra.

Una patrulla de la Guardia Civil logró detectar a la banda, quienes se dieron a la fuga. Sin embargo, sufrieron un accidente entre Ágreda y Dévanos y abandonaron el vehículo, aunque lograron continuar hasta la segunda localidad para robar otro coche con el que escaparon.

Tras el accidente, se recuperaron tres muestras de ADN del BMW, y una de ellas coincidió con las bases de datos policiales. Esto permitió iniciar una investigación que, bajo la dirección del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Único de El Burgo de Osma, llevó a la identificación y localización de los tres sospechosos en la provincia de Zaragoza.

La investigación reveló que los involucrados operaban de manera altamente organizada, ejecutando robos en establecimientos hosteleros de forma concertada. Aunque disfrutaron de períodos de inactividad, continuaron delinquiendo desde el mencionado robo en 2020.

A los detenidos se les imputa no solo pertenencia a una organización criminal, sino también 26 robos en hostelería en diversas provincias, además de varios delitos de robo y hurto de vehículos, falsificación de documentos y otros ilícitos relacionados.

El 15 de enero, como parte de la operación, se llevaron a cabo dos registros en Zaragoza y Calatayud, donde se encontraron herramientas y elementos de vehículos conectados a los delitos investigados. También se arrestó a los tres sospechosos, quienes actualmente se encuentran en prisión provisional, dos de ellos sin posibilidad de fianza.

La Guardia Civil ha logrado incautar 10.000 euros en efectivo y ocho vehículos, identificando así diversos robos en bares, estancos y restaurantes ubicados en varias localidades de la provincia de Soria, entre ellas Ágreda, Borobia, y El Burgo de Osma.

Asimismo, se recuperaron vehículos robados en lugares como Dévanos y Matamala, junto con matrículas hurtadas en Sotillo del Rincón. La organización también está vinculada a delitos en otras localidades, tanto de Burgos, Navarra, Guadalajara y diferentes provincias de la comunidad autónoma.