
LOGROÑO, 8 de mayo. Las campanas de la Concatedral de La Redonda han comenzado a sonar con fuerza esta tarde al proclamarse al nuevo Papa, tras la señal del humo blanco que salió de la chimenea del Vaticano. Este evento ha sido celebrado en todo el país, reflejando la alegría de los fieles católicos.
Desde la propia Concatedral confirmaron a Europa Press que esta tradición de repicar las campanas se lleva a cabo como una expresión de júbilo. En el caso de La Redonda, al ver el humo blanco, se hizo sonar el "toque de gloria" que marca este importante momento histórico.
El cardenal Robert Francis Prevost Martínez, originario de Estados Unidos, ha sido elegido como el 276º Papa, haciendo historia al ser el primer norteamericano y también el primer agustiniano en ocupar esta posición en la Iglesia Católica; además, cuenta con ascendencia española y la nacionalidad peruana.
A sus 69 años, Prevost tiene un extenso currículum que incluye seremón alrededor del fallecido Pontífice, quien le nombró en 2023 como prefecto del Dicasterio para los Obispos, entidad responsable del nombramiento de obispos en todo el mundo.
Nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, Prevost fue educado en un entorno católico influenciado por su madre de raíces españolas. Entró en la Orden de San Agustín en 1977 y completó sus votos en 1981. Su formación académica es notable y abarca desde una licenciatura en Ciencias Matemáticas hasta un doctorado en Derecho Canónico en Roma.
A lo largo de su carrera, ha sido objeto de críticas relacionadas con su gestión en Perú, donde enfrentó denuncias sobre encubrimiento de abusos sexuales. Sin embargo, la diócesis ha desmentido estas acusaciones y el periodista peruano Pedro Salinas ha defendido la honorabilidad del nuevo Papa, calificando las acusaciones de "totalmente infundadas".
Prevost fue ordenado sacerdote en 1982 y se trasladó a Perú para unirse a la misión agustiniana en 1985. Su carrera en la Iglesia incluye una variedad de roles, desde director de vocaciones hasta vicario judicial, todo ello en cooperación con diversas comunidades en el país andino.
En 2013, retornó a Chicago donde asumió funciones de líder provincial hasta que el Papa Francisco lo nombró administrador apostólico de Chiclayo, convirtiéndolo poco después en obispo. Su ascenso continuó con nombramientos en importantes congregaciones dentro del Vaticano, reflejando la confianza del actual Pontífice en su persona.
Prevost es conocido por su cercanía a los idearios de Francisco en temas de justicia social y su enfoque hacia los pobres y migrantes. Ha destacado la importancia de una iglesia que viva en austeridad y servicio.
En varias intervenciones, ha enfatizado la necesidad de mantener el compromiso con el medio ambiente y ha expresado algunas reservas sobre la posibilidad de ordenar mujeres, señalando que esta medida no necesariamente resolvería los problemas actuales de la Iglesia.
Con el nuevo Papa, la Iglesia Católica parece dirigirse hacia un enfoque renovado en cuestiones sociales y una cercanía con los problemas actuales de la humanidad.
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