Crónica La Rioja.

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Avanza la Ordenanza de Terrazas, pese a las objeciones de la oposición por la falta de consenso y exclusión de ZPAEs.

Avanza la Ordenanza de Terrazas, pese a las objeciones de la oposición por la falta de consenso y exclusión de ZPAEs.

El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, ha calificado la reciente aprobación de la nueva Ordenanza reguladora de terrazas como una "muy buena noticia", aunque ha incentivado a todos los sectores a unirse en el esfuerzo por lograr una convivencia equilibrada en la ciudad.

Este jueves, durante la sesión plenaria correspondiente al mes de mayo, el Ayuntamiento de Logroño ha dado luz verde de manera inicial a esta normativa. La aprobación ha sido posible gracias al respaldo exclusivo del Partido Popular (PP), mientras que las fuerzas de oposición, como el PSOE, UP-IU y PR+, han votado en contra, y VOX se ha abstenido.

Los partidos opositores han expresado su descontento hacia el nuevo marco legal, acusando al equipo de gobierno de tomar decisiones sin un diálogo significativo y sin abordar la regulación de las terrazas en las Zonas de Protección Acústica Especial (ZPAE). No obstante, el alcalde Escobar ha resaltado los aspectos positivos de la norma y ha reiterado su disposición a dialogar y trabajar en conjunto.

Según Escobar, la nueva Ordenanza supone una mejora notable al reducir en un 20% la superficie ocupada por las terrazas en la vía pública, adecuándose al tamaño de cada establecimiento y limitando la extensión máxima a 100 metros. Además, se establecerán áreas de la ciudad donde no se permitirán terrazas, y se acortará el horario de funcionamiento en más de seis horas semanales.

El alcalde añadió que este avance se alinea con los intereses comunes de la comunidad, fomentando la convivencia pacífica y el equilibrio entre las actividades económicas y el bienestar de los vecinos. Asimismo, anticipó un periodo de exposición pública donde todos los ciudadanos podrán participar y contribuir a fortalecer la armonía en Logroño.

La normativa tiene como objetivos principales la reordenación del espacio público, favoreciendo el paso de peatones y aumentando la tasa de ocupación del espacio. Asimismo, se contemplan reducciones de horarios de funcionamiento, limitando una hora en los días entre semana y dos los jueves, con cierres a medianoche de domingo a jueves y a la 1:30 en fines de semana.

Adicionalmente, se busca que la ocupación de las terrazas sea proporcional al espacio que los negocios tienen autorizado en sus licencias, disminuyendo además la superficie máxima permitida de 120 a 100 metros cuadrados. Esto tiene como fin último el respeto hacia los derechos de los peatones y residentes al tiempo que se incentiva la actividad económica.

La nueva Ordenanza también especifica que ciertas calles y lugares públicos, debido a su elevada afluencia de personas o por su relevancia histórica y cultural, quedarán excluidos de cualquier ocupación con terrazas. Ejemplos de estas áreas incluyen la calle Siervas de Jesús y la plaza de Santiago, donde su carácter significativo merece ser protegido.

Entre las innovaciones que se introducen, se se destaca la regulación sobre el almacenamiento del mobiliario de las terrazas, así como un endurecimiento en el régimen sancionador. Tras la aprobación inicial en la sesión plenaria, el texto será sometido a 30 días de exposición pública antes de su eventual ratificación.

Durante el debate, las distintas formaciones presentaron enmiendas y expresaron su descontento por no haber sido aprobadas en su mayoría. Escobar subrayó que algunas de estas enmiendas enriquecieron el texto final, apuntando que fueron consideradas con seriedad por el gobierno local.

Rubén Antoñanzas, portavoz del PR+, manifestó su desacuerdo, argumentando que había habido una falta de sensibilidad en el tratamiento de las propuestas, en particular en relación al espacio en las plazas, donde se plantea una distribución de 60%-40% favorable a la hostelería.

Amaia Castro de UP-IU, por su parte, criticó la falta de diálogo y propuso mejoras en el horario de cierre, alegando que los arreglos eran muy limitados y que no se convocó a los vecinos para debatir un asunto que afecta a toda la ciudad.

Desde VOX, se valoró positivamente la aceptación parcial de su enmienda sobre horarios, mientras que el PSOE destacó que solo una de sus siete enmiendas fue parcialmente aceptada y insistió en la necesidad de incluir regulaciones para las ZPAE, que se echan de menos en el documento presentado.

Finalmente, a pesar de las divisiones, el PP defendió que el proceso de escucha ha sido adecuado y que la norma plantea un equilibrio necesario. Se puso de manifiesto que el control sobre el cumplimiento de horarios y limitaciones ya se estaba llevando a cabo, reiterando que la aprobación de la nueva Ordenanza debería contribuir al orden y al civismo en Logroño.