
El Ayuntamiento de Logroño se encuentra en las últimas etapas de un acuerdo con la empresa Tecnologías y Servicios Agrarios, S.A. Tragsatec, que podría concretarse en septiembre. Este convenio permitirá a la mencionada empresa ocupar una planta del antiguo Colegio de San Bernabé, aportando así un impulso a la actividad económica de la capital riojana.
La portavoz del Gobierno local, Celia Sanz, destacó que esta iniciativa significa un hito positivo, ya que a partir de este acuerdo, el colegio tendrá la oportunidad de convertirse en un centro de actividad empresarial. “Este convenio abre la puerta a un nuevo capítulo para el inmueble, transformándolo en un lugar vibrante con vida comercial”, afirmó Sanz.
El compromiso de Tragsatec incluye la asignación de 44 profesionales especializados, que se centrarán en la prestación de servicios técnicos y asistenciales. Su trabajo abarcará áreas clave como medio ambiente, infraestructura, edificación y gestión de recursos hídricos, contribuyendo así al desarrollo sostenible de la región.
Sanz también subrayó que la esencia de este acuerdo es la creación de un entorno que promueva sinergias entre empresas emergentes y profesionales, que puedan colaborar en un mismo espacio. Según la portavoz, esto permitirá potenciar talentos y recursos en beneficio de la economía local.
Otro de los objetivos es revitalizar tanto económica como socialmente el caso antiguo de Logroño, fomentando inversiones tecnológicas y aumentando la capacitación digital de los ciudadanos. De este modo, se espera que el antiguo colegio se convierta en un motor de innovación y modernización para la comunidad.
El acuerdo estipula que Tragsatec ocupará la primera planta y un área en la planta baja del Colegio de San Bernabé. La superficie total de espacios cedidos será de aproximadamente 431,69 metros cuadrados, ofreciendo un entorno amplio para sus actividades.
Respecto a los aspectos financieros del convenio, se ha establecido un canon anual de 6.686,82 euros, más los gastos proporcionales de servicios como agua y electricidad, que se calcularán según la superficie ocupada. Esto añade un componente de responsabilidad económica y eficiencia en el uso de recursos.
La portavoz municipal se mostró optimista y aseguró que esta es sólo la primera fase del proyecto. “Nuestro objetivo es establecer un espacio de coworking, y ya hemos recibido manifestaciones de interés de otras empresas que quieren unirse a esta iniciativa”, concluyó Sanz, anticipando un futuro lleno de oportunidades en el viejo colegio.
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