
LOGROÑO, 20 de enero.
Las Asociaciones Vecinales de Madre de Dios y San José han expresado su descontento ante la reciente decisión del Ayuntamiento de implementar una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en su localidad sin un consenso adecuado y sin indicadores que demuestren la efectividad de las medidas propuestas para mejorar la calidad del aire en Logroño. En un tono de desafío, han calificado estas acciones como "ineficaces, inconsistentes y carentes de rigor técnico".
Mediante un comunicado, estos colectivos han recordado que el 27 de diciembre, en medio de las festividades navideñas, el consistorio efectuó un anuncio sobre la creación de la ZBE en el corazón de los barrios mencionados, lo que ha suscitado una serie de dudas y una notable alarma social entre los vecinos. Se hace un llamamiento a las instituciones y autoridades para que aseguren el derecho fundamental de respirar un aire limpio sin comprometer la salud de los ciudadanos.
De acuerdo con la Ley de Cambio Climático, que fue sancionada en mayo de 2021, la creación de Zonas de Bajas Emisiones es obligatoria en municipios con más de 50.000 habitantes. Estas áreas estarán sujetas a restricciones en el acceso, la circulación y el aparcamiento de vehículos, teniendo en cuenta las emisiones contaminantes que estos generan.
Las finalidades primordiales de estas ZBE son la mejora de la calidad del aire y la mitigación del cambio climático, con el objetivo de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además de las restricciones, se espera la implementación de medidas complementarias que suavicen los impactos generados por el cambio climático.
Entre las acciones propuestas se encuentran la promoción del uso de vehículos de movilidad personal, el fomento de un transporte público eficiente, el impulso de la bicicleta y, sin duda, la promoción de desplazamientos a pie. Asimismo, se busca que se cumplan los objetivos de calidad acústica establecidos en la normativa referente al ruido.
Sin embargo, es crucial que el proyecto de ZBE no se limite a la mejora de la calidad del aire únicamente en las áreas designadas, sino que debe extenderse a toda la municipalidad de Logroño. Los barrios de Madre de Dios y San José llevan tiempo sugiriendo un enfoque integral y sostenible que beneficie a todos los ciudadanos.
Logroño, un lugar que debería ser un oasis libre de contaminación, exige un medio ambiente de calidad donde sus ciudadanos no solo tengan el derecho de disfrutarlo, sino también la responsabilidad de colaborar en la reducción del calentamiento global. Por eso, se han alzado voces en contra del proyecto municipal de ZBE en los barrios mencionados, al considerar que carece de fundamentos técnicos y que parece más un mero trámite legal que un verdadero compromiso con la salud y calidad de vida de sus habitantes.
Los residentes de San José y Madre de Dios, junto con otras organizaciones locales, han manifestado su oposición a la propuesta del Gobierno local porque consideran que no tiene sustento técnico respaldado por indicadores concretos que justifiquen su elección y ejecución. Aseguran que no existe un análisis que evidencie el impacto positivo que la ZBE podría tener en la reducción de la contaminación en la ciudad.
Se expresa, además, que las metas propuestas son irrealizables, dado que la ZBE debería lograr al menos una reducción del 35 por ciento en el número de vehículos de aquí a 2030. La elección de la ZBE en los barrios de Madre de Dios y San José no alcanzaría ese objetivo crucial para la mejora del medio ambiente.
El colectivo vecinal también ha puesto de manifiesto la fragmentación del proyecto, que ignora las interacciones necesarias con otras medidas que ya están en marcha y que han demostrado su efectividad para mitigar el tránsito de no residentes sin recurrir a prohibiciones.
Asimismo, critican la falta de participación ciudadana en este proceso, argumentando que sin un diálogo efectivo con los habitantes y los profesionales que comprenden la realidad del municipio, será complicado aceptar las medidas propuestas por la Administración local. En este contexto, las acciones podrían ser vistas como imposiciones, desaprovechando la oportunidad de fomentar una mayor conciencia ambiental y compromiso con la lucha contra el cambio climático.
Finalmente, instan al Ayuntamiento de Logroño a trabajar de manera seria y comprometida en el desarrollo de Zonas de Bajas Emisiones, enfocándose en su utilidad real para mejorar la calidad del aire y, por ende, la salud pública. No se trata solo de cumplir con lo exigido legalmente de manera apresurada y sin diálogo, sino de sentar las bases para un futuro más saludable y sostenible. Solicitan a las autoridades reconsiderar la implementación de dicha ZBE y explorar alternativas que realmente beneficien a la comunidad, concluyendo con un claro mensaje: "Zona de Bajas Emisiones sí, pero no así".
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