
LOGROÑO, 7 de agosto.
Este viernes, el Monasterio de Santa María de San Salvador de Cañas se convertirá en el escenario de un evento excepcional dentro del ciclo Agosto Clandestino: un recital de poesía mística española. Este magnífico monasterio, un emblema del gótico en La Rioja y hogar de monjas cistercienses durante siglos, acogerá una de las actividades más esperadas por los amantes de la poesía.
La cita comenzará a las 20:00 horas y presentará una selección de versos que reviven la rica tradición mística y espiritual de la literatura española. Los asistentes podrán disfrutar de obras de figuras clásicas como Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Fray Luis de León y Lope de Vega, así como de autores más contemporáneos como Miguel de Unamuno, León Felipe, Gloria Fuertes, José Luis Puerto y Antonio Praena.
Este recital representa una oportunidad única para sumergirse en la profundidad de la lírica espiritual en un contexto que invita a la reflexión y el recogimiento. Formando parte de la 21ª edición de Agosto Clandestino, el festival de este año se enfoca en la palabra como una experiencia vital y transformadora, tanto a nivel individual como colectivo.
La poesía mística, una de las corrientes más singulares de la tradición poética española, no simplemente reitera dogmas religiosos, sino que intenta capturar una experiencia genuina: la conexión del alma con lo divino. A través de su lenguaje, busca expresar lo inefable y lo que trasciende la capacidad verbal, reflejando vivencias intensas de fe que suelen ser descritas en términos de fuego, vacío o luz.
Durante el Siglo de Oro, la poesía mística alcanzó su máxima expresión. Autores como San Juan de la Cruz, con obras como "Noche oscura del alma" y "Cántico espiritual", así como Santa Teresa de Jesús, quien plasma su visión mística en poesía, transforman la experiencia espiritual en arte. Para estos escritores, la espiritualidad se convierte en un proceso íntimo, doloroso y revelador, lleno de simbolismo amoroso que eleva el deseo humano a dimensiones más altas. La aspiración no es solo entender a Dios, sino habitar su esencia.
Fray Luis de León, a pesar de su enfoque más sobrio, también añade esta faceta contemplativa, fusionando la tradición bíblica con el pensamiento neoplatónico. Su poesía, aunque más deliberada, comparte con la mística un anhelo por lo eterno y lo fundamental.
A lo largo de los siglos, la influencia de la poesía mística ha perdurado, ya sea de manera consciente o tácita, en diversas épocas. En el siglo XX, escritores como León Felipe, José María Valverde y Luis Rosales han reinterpretado este tono espiritual desde nuevos ángulos, ofreciendo una búsqueda trascendental que resuena en cada texto. La mística se renueva no en forma de copia, sino como una respuesta a la necesidad humana de expresar lo que no se ve, convirtiendo la interioridad en versos.
La fusión de lo teológico con lo erótico, lo racional con lo visionario, y lo confesional con lo universal caracteriza la poesía mística. No es solo un tipo de poesía religiosa, sino un esfuerzo por articular lo que a menudo escapa a la palabra. Es precisamente esta cualidad la que continúa tocando el corazón de los lectores de todas las épocas, ya que en sus versos persiste una pregunta atemporal y esencial.
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