
La Asociación de Ambientólogos de La Rioja (ADALAR) ha llevado a cabo un interesante proyecto educativo en San Vicente de la Sonsierra, dirigido a sensibilizar a la población sobre la riqueza de sus ecosistemas. Este esfuerzo culminó el pasado sábado con la inauguración de un mural infográfico, diseñado y pintado en colaboración con la artista y guía local Lourdes Bezas, conocida como Loubé, que destaca varias especies de fauna autóctona poco conocidas.
Este programa, de naturaleza diversa y técnica, ha permitido a los habitantes de San Vicente profundizar en la relevancia de los ecosistemas que los rodean. Vale la pena mencionar que esta área cuenta con dos zonas susceptibles de protección que forman parte de la Red Natura 2000, una red europea destinada a conservar la biodiversidad.
El evento se llevó a cabo en la piscina municipal, donde se reveló un mural colectivo que ilustra especies locales como el pez fraile, el visón europeo, el águila perdicera y el alimoche, todas ellas representadas con la colaboración de Loubé.
Este mural no solo es un acto artístico, sino también un homenaje a la singularidad de los ecosistemas de San Vicente, los cuales están protegidos bajo las figuras de ZEPA y ZEC que abarcan la Sierra de Cantabria y los Sotos y Riberas del Ebro.
Según Loubé, es fundamental escuchar a la comunidad para motivarles a participar en la conservación de su entorno. “Cuando las personas sienten que su voz cuenta, es más sencillo que se involucren en la protección del lugar donde viven”, afirmó la psicóloga ambiental detrás del proyecto.
La propuesta destaca por fusionar la participación ciudadana con la revalorización de la biodiversidad local, aspectos que son esenciales para el éxito de iniciativas de conservación.
Loubé también advirtió que, a menudo, tanto niños como adultos mostramos una preferencia por especies exóticas y lejanas, como tigres o pandas, mientras que ignoramos la riqueza de fauna local. Esta desconexión nos aleja de las especies que, a menudo, se encuentran en peligro.
Desde hace siete años, este ambicioso proyecto ha recibido el apoyo de la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja, y en los últimos cinco años ha incluido la creación de murales. La combinación de arte y educación ha sido muy bien recibida por la población, y desde ADALAR están decididos a continuar con esta práctica.
Los diferentes murales y actividades se adaptan a las características específicas de cada localidad, como lo demuestra su recorrido por diferentes municipios riojanos en años anteriores, desde Fuenmayor hasta Agoncillo, y el próximo año prevén llegar a Ojacastro.
Con la mirada puesta en el 2026, ADALAR invita a otros municipios riojanos a participar, subrayando la importancia de invertir en educación ambiental para fomentar una mayor conciencia sobre el entorno natural.
David Ijalba, presidente de ADALAR y ambientólogo, enfatizó que los derechos y servicios en el medio rural no deben ser menores, incluida la educación ambiental.
El compromiso de ADALAR con la sensibilización ambiental es crucial, especialmente porque los habitantes rurales viven en contacto directo con la naturaleza. “Es fundamental que la población se sienta parte de la conservación y aprecie lo que les rodea”, subrayó Ijalba.
La respuesta de los participantes ha sido positiva, creando lazos emocionales entre ellos y el entorno. Una madre relató cómo su hijo ha desarrollado un aprecio especial por el pez fraile después de participar en el mural, mientras que otro ciudadano compartió su revelación sobre las maravillas de su localidad mientras pintaba.
Este mural no solo embellecerá San Vicente de la Sonsierra, sino que también promoverá un mayor aprecio por la biodiversidad local, recordándonos que la belleza natural no siempre está en lugares remotos, sino que también habita entre nosotros.
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