La Rioja gestiona 949 toneladas de aceites industriales usados para fortalecer su compromiso con la Economía Circular.

En La Rioja, se ha destacado la gestión ejemplar del aceite industrial usado, un residuo peligroso que ha sido recogido en todo el territorio y aprovechado al máximo como materia prima o energía. Este proceso logístico requiere llegar a cada rincón donde se produce este tipo de residuo, lo cual incluye una variedad de actividades.

En el año 2023, 528 establecimientos e instalaciones en La Rioja generaron aceites usados, de los cuales se recuperaron 1.411 toneladas a través de 1.146 operaciones de recogida en 64 municipios. Cabe destacar que la industria fue la principal generadora de este residuo, seguida por talleres de reparación de vehículos y otros sectores como transporte, energía, construcción, agricultura, hostelería y servicios públicos.

La dispersión del aceite industrial usado en todo el territorio, especialmente en zonas rurales o de montaña, presenta un desafío adicional para su recogida. Durante el pasado año, se recuperaron 526 toneladas en áreas rurales, 19 toneladas en zonas montañosas y 87 toneladas en municipios de menos de 1.000 habitantes. Es fundamental la recuperación de este residuo en zonas cercanas a espacios naturales protegidos, donde se recogieron 17 toneladas en establecimientos ubicados en las proximidades.

El impacto ambiental del vertido de aceite usado en entornos hídricos es significativo, ya que puede contaminar grandes cantidades de agua y dañar los ecosistemas acuáticos. Por esta razón, la recuperación de este residuo es esencial para preservar el medio ambiente.

En La Rioja, se valorizó en su totalidad la cantidad de aceite usado recogida el año pasado, destinando el 86% a regeneración y el 14% restante a descontaminación para obtener un combustible llamado fuel BIA. Este proceso evitó el uso de petróleo, ahorrando 253.569 barriles y reduciendo la emisión de CO2 en 617 toneladas, además de ahorrar 10 GWh de energía.