En la tarde del 16 de agosto en Logroño, el joven torero Fabio Jiménez ha deslumbrado al público al abrir la puerta grande de la plaza de toros de Alfaro en el día de su alternativa, acompañado por su padrino Diego Urdiales, un torero de renombre de la región. Alejandro Talavante, actuando como testigo, logró cortar una oreja durante un evento con toros de la ganadería Alcurrucén, que aunque bien presentados, mostraron un comportamiento desigual.

A pesar del calor intenso que azotó el recinto, los aficionados colmaron las gradas, especialmente en las zonas de sol y sombra. Al inicio de la corrida, el local Fabio Jiménez fue recibido con una ovación por parte de los asistentes, a quienes correspondió agradeciendo el afecto y compartiendo los aplausos con sus compañeros de terna.

Con el toro que marcaba su alternativa, un berrendo que respondió al nombre de 'Rompe surcos', Jiménez comenzó su actuación con elegancia a la verónica, seguido de una media que electrizó a los presentes. Tras dedicar su faena a su padre, el torero riojano abrió con buenos doblones, culminando con un hermoso pase de pecho que deleitó a los asistentes.

La faena de Jiménez se basó principalmente en su mano derecha, ya que el toro se mostró más reacio al toreo con la izquierda. Concluyó su actuación con pases ayudados por alto y una buena estocada, lo que le permitió llevarse dos orejas y, así, alcanzar la tan ansiada puerta grande de Alfaro.

En su segundo toro, que cerró la corrida, Jiménez se enfrentó a un animal poco clase y de comportamiento manso, lo que limitó su posibilidad de lucirse. Aunque falló con la espada, su esfuerzo fue reconocido con aplausos por parte del público.

Por su parte, Diego Urdiales, como padrino, brilló en su actuación, cortando una oreja al primero de su lote después de demostrar un gran dominio tanto en el toreo de capa como en la faena, donde supo adaptarse a un toro que alternó momentos de entrega y reservas, siempre con su estilo clásico y personal.

Sin embargo, la gran revolución de la tarde llegó con el cuarto toro, el segundo de Urdiales. Con 'Gavilán', el torero de Arnedo ofreció una actuación memorable, combinando su firme mano derecha con naturales de gran belleza que pusieron de pie a los asistentes. Tras una estocada efectiva, Urdiales paseó dos orejas, recibiendo una fuerte petición de rabo.

El tercer espada, Alejandro Talavante, a pesar de enfrentar un lote menos favorable, logró destacar en su primer toro gracias a su perseverancia, logrando cortar un trofeo ante un animal que careció de recorrido. Con su segundo toro, el quinto del festejo, se acercó al astado de Alcurrucén, que se mostró débil, y aunque su entrega fue notable, no logró que el palco le concediera la oreja que se le reclamaba.