En un sorprendente caso de engaño en Logroño, agentes de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja han llevado a cabo la detención de una mujer de 43 años que se encuentra bajo sospecha de ser la autora de un delito de estafa y simulación de delito. Esta mujer denunció una supuesta sustracción de su teléfono móvil de alta gama, un Iphone 14 Pro Max, cuyo valor asciende a 1.489 euros. Lo llamativo de esta situación es que el dispositivo contaba con un seguro que le permitía recibir una reposición en caso de robo o extravío.
La trama comenzó a desvelarse a principios de marzo, cuando la ahora detenida se presentó ante las autoridades para informar que le habían robado o que había extraviado su costoso teléfono en un local de ocio nocturno situado en la Calle Vitoria. En su denuncia, comentó que, tras disfrutar de algunas consumiciones, comenzó a sentirse mareada y al regresar a su hogar, se percató de que no solo le faltaba su teléfono, sino también otros objetos personales. La mujer incluso insinuó que podría haber sido víctima de un hecho aún más grave, alegando que pudo haber sido drogada, dado que no recordaba muchos detalles de esa noche y se sentía muy descompensada.
Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Brigada Provincial de la Policía Judicial tomaron cartas en el asunto y se pusieron a investigar. Tras varias gestiones y tras analizar información relacionada con el número de identificación del móvil denunciado como robado, lograron localizar el aparato en un establecimiento de compra-venta de tecnología de segunda mano. Lo que resulta sorprendente es que la denunciante había estado en ese mismo lugar, donde intentó vender su teléfono por la suma de 600 euros.
A medida que avanzaban las indagaciones, los agentes descubrieron que la mujer había contratado un seguro que cubría el robo o extravío de su dispositivo, lo que implicaba que su compañía telefónica le había proporcionado ya un nuevo aparato tras su denuncia. Este hallazgo llevó a la conclusión irrefutable de que la supuesta sustracción nunca ocurrió en realidad. Además, gracias a la gestión del seguro, la mujer ya poseía un nuevo teléfono móvil en su poder.
Fruto de estas investigaciones, los agentes decidieron detener a la denunciante, quien se enfrenta a la posible comisión de dos delitos: simulación de delito y estafa.
No es de extrañar que muchas personas ignoren que presentar denuncias falsas puede acarrear serias repercusiones legales. Como indica la normativa, tales acciones constituyen un delito según los artículos 457 y siguientes del Código Penal español.
Desde la Policía Nacional han hecho un llamado para informar al público sobre estas situaciones y las responsabilidades que acarrean las denuncias infundadas, las cuales a menudo surgen de un consejo inapropiado. Muchos ciudadanos, mal asesorados, intentan obtener indemnizaciones inducidos por la esperanza de beneficio económico tras un aparente delito.
La Jefatura Superior de Policía de La Rioja ha reiterado que denunciar delitos que nunca ocurrieron, sin importar la intención detrás de la acción —ya sea para recibir una compensación del seguro o para cubrir negligencias propias— puede conllevar graves consecuencias legales, incluyendo responsabilidades penales.
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