LOGROÑO, 31 de mayo.

El Gobierno de La Rioja ha puesto en marcha, a través de la Dirección General de Infraestructuras, una ambiciosa campaña de desbroce en los márgenes de las carreteras de la comunidad, coincidiendo con la llegada del verano. Esta iniciativa tiene como propósitos primordiales garantizar la seguridad en las carreteras y mitigar el riesgo de incendios forestales durante los meses más calurosos.

Para llevar a cabo esta labor, un total de seis equipos estarán activos hasta mediados de agosto, trabajando intensamente en la eliminación de la vegetación que se ha ido acumulando en arcenes y cunetas de los 1.451,53 kilómetros que componen la red viaria de La Rioja. Las tareas han dado inicio en la carretera LR-115, ubicada en La Rioja Baja, y en la carretera LR-205, en el valle del Cárdenas.

El plan de desbroce contempla la limpieza de 753,36 kilómetros en La Rioja Baja, 572,17 kilómetros en La Rioja Alta y 126 kilómetros en La Rioja Centro, con el objetivo de dejar un ancho libre de vegetación de 3,20 metros en ambos lados de las carreteras.

La eliminación de la maleza es esencial para asegurar una buena visibilidad para los conductores, especialmente en zonas críticas como cambios de rasante, curvas y cruces. Esto no solo ayudará a reducir los accidentes de tráfico en la región, sino que también evitará la creación de charcas que puedan inundar las vías y disminuirá los riesgos de incendios generados por la flora en las proximidades de la calzada.

La inversión destinada a estas labores asciende a 5,8 millones de euros. Las actividades en La Rioja Centro serán supervisadas por brigadas del parque de servicios de la Comunidad Autónoma en Logroño, mientras que el resto de la región estará bajo el contrato de mantenimiento y conservación de carreteras firmado a principios de año, que involucra a las Uniones Temporales de Empresas Conservación Rioja Alta y Rioja Baja 2025, con un monto total de 5.779.087,85 euros.

Estas acciones se inscriben en el firme compromiso del Gobierno regional por mejorar y ampliar la infraestructura viaria, con el fin de ofrecer un servicio óptimo a los ciudadanos de La Rioja y optimizar las conexiones entre los 174 municipios de la comunidad. Esta medida es parte de una estrategia mayor para cohesionar y vertebrar el territorio riojano, contribuyendo a la lucha contra la despoblación en las zonas rurales.