Una serie de robos coordinados ha sido desarticulada en La Rioja, donde un grupo de individuos se dedicaba a sustraer cobre en grandes cantidades para revenderlo en una chatarrería local. Estos delincuentes utilizaron identidades usurpadas en sus transacciones, lo que refleja una preocupante organización criminal en la región.

LOGROÑO, 23 de enero.

La Guardia Civil ha puesto bajo investigación a un total de doce hombres, cuyas edades varían entre 27 y 49 años y que provienen tanto de España como de Ecuador, residiendo en localidades como Logroño y Villamediana de Iregua.

Estos sospechosos están acusados de varios delitos, incluyendo hurto, receptación y usurpación de estado civil, además de violaciones a las leyes medioambientales y de recursos naturales. Cabe destacar que muchos de ellos ya cuentan con antecedentes penales y administrativos.

Es importante recalcar que uno de los investigados es el dueño de la chatarrería donde se llevaban a cabo estas actividades ilegales de compra-venta de metales, lo que contraviene la legislación vigente, al carecer de Licencia Ambiental y Licencia de Apertura.

La empresa también cometió graves infracciones al operar sin estar registrada ni autorizada como Gestor de Residuos Peligrosos y No Peligrosos. Para proteger su negocio, el propietario había implementado medidas extremas como cepos de caza, perros y cámaras de seguridad distribuidos estratégicamente dentro de sus instalaciones.

Los otros once investigados eran empleados de una firma encargada de la instalación y mantenimiento de líneas eléctricas y telefónicas en La Rioja. Durante sus horas de trabajo, estos hombres robaban cableado de cobre de diversos lugares de la comunidad para luego venderlo en la chatarrería, todo ello utilizando identidades falsas.

Esta investigación es parte del “Plan Permanente de Respuesta a Actividades Ilícitas Relacionadas con el Cobre” implementado por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior. La inquietud por estos delitos llevó a un análisis detallado de la información recabada en operativos previos en la región.

Agentes del Grupo de Investigación de la Guardia Civil en Logroño, en colaboración con el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), enfocaron su atención en una chatarrería en Logroño, implicada en la compra ilegal de metales y en el manejo de residuos peligrosos.

La vigilancia intensificada permitió a los agentes confirmar que la chatarrería mantenía una política de puertas cerradas al público, abriendo solo cuando los clientes avisaban desde el exterior, principalmente por teléfono.

La rapidez con que se abrían y cerraban las puertas llamó la atención de los investigadores, quienes también notaron la constante llegada de vehículos de una empresa de electricidad, lo que suscitó aún más sospechas.

Tras un análisis exhaustivo del comportamiento del propietario de la chatarrería, los agentes realizaron una entrada sorpresa que resultó en el hallazgo de 9.396 kilogramos de cable robado de electricidad y telefonía, además de otros metales y varios cepos de caza utilizados para proteger el lugar contra robos.

Las pesquisas revelaron que los once trabajadores involucrados utilizaban sus habilidades y experiencias laborales para sustraer tanto cable retirado como nuevo, este último destinado a ser devuelto al almacén de su empresa.

Una vez en su posesión, el material era trasladado a Villamediana de Iregua para limpiarlo y así incrementar su valor, quedando solo el cobre desnudo para su posterior venta en la chatarrería, usando identidades de compañeros sin su conocimiento. Esta actividad ilícita les generó un lucro de 14.513 euros en los últimos meses.

Las actuaciones de carácter penal han sido entregadas a las autoridades judiciales respectivas.

En cuanto a las infracciones administrativas, las actas correspondientes han sido remitidas a las entidades competentes, incluyendo la Delegación del Gobierno y varias consejerías en La Rioja, así como al Ayuntamiento de Logroño, para que se tomen las medidas pertinentes.