LOGROÑO, 3 Abr.

Esther Herranz, eurodiputada del Grupo Popular Europeo y copresidenta del Intergrupo Vino, Alimentos de Calidad y Bebidas Espirituosas del Parlamento Europeo, ha solicitado a la Comisión Europea que haga todo lo posible para evitar que el sector vinícola se vea envuelto en un conflicto arancelario con Estados Unidos. Herranz subrayó la necesidad de proteger los intereses de la tradición vitivinícola europea y de la alta calidad en los alimentos.

En el contexto de una reunión del Intergrupo Vino en Estrasburgo, que tuvo lugar pocas horas después de los anuncios del presidente de EE. UU., la eurodiputada instó a los Estados miembros a unirse para hacer frente a los aranceles que podrían afectar al vino. Ha enfatizado la importancia de una negociación efectiva para prevenir una escalada en la guerra comercial y para obtener exenciones que protejan al vino y a otros productos alimentarios europeos.

“La preocupación en el sector es palpable”, afirmó Herranz, quien agregó que espera que la Comisión Europea trate este tema con la seriedad que merece. Más allá de los aranceles, el debate se centra en la calidad de las denominaciones de origen, lo que podría implicar un cambio significativo en el comercio global”, advirtió.

Durante la reunión, se resaltó que Estados Unidos representa el principal mercado de exportación de vinos de la Unión Europea, abarcando el 28% del total. La imposición de aranceles podría acarrear un daño considerable para la industria del vino europeo. Los miembros del Intergrupo expresaron su deseo de regresar a una situación sin aranceles, dado el impacto negativo que esto tendría sobre las 1.640 denominaciones geográficas de vino y otros productos de alta calidad, abogando así contra el incremento de políticas proteccionistas.

Asimismo, se respaldó la idea de explorar nuevos mercados para diversificar las exportaciones, mirando hacia regiones en Asia, Australia y América Latina, para reducir la dependencia de un solo país.