En un caso que ha captado la atención del público, el hijo del matrimonio implicado en el crimen de Los Lirios ha defendido la inocencia de su padre. En su testimonio ante el tribunal, el joven insiste en que su padre no dejó su hogar en Gumiel de Mercado durante la noche del suceso, argumentando que sería imposible que, en una casa antigua, no hubiera escuchado a su padre salir y regresar de Logroño sin su conocimiento.
Este caso involucra al acusado, Á.E.M., quien se encuentra enfrentando cargos por el presunto asesinato de su esposa el 13 de octubre de 2020. A medida que el juicio avanza, el hijo del acusado se ha mostrado emocionalmente afectado y ha declarado de forma contundente que “si mi padre entra en prisión, no quiero ningún tipo de compensación, ya que sería una injusticia”. Su insistencia en la inocencia de su padre es clara, afirmando que si tuviera alguna duda sobre su implicación, no habría estado presente en el juicio. “Solo quiero justicia. Deseo saber quién realmente mató a mi madre”, concluyó.
En su narración, el hijo desmiente las afirmaciones de que sus padres mantenían discusiones serias o que su madre tenía intenciones de divorciarse. “Nunca vi a mi madre faltar a su compromiso con nosotros, siempre estaba ahí para atendernos con amor”, aseguró, defendiendo así la imagen de su padre. Este relato contrasta con la argumentación del Ministerio Fiscal, que sostiene que el acusado sí se desplazó a Logroño la noche del crimen, discutiendo con su mujer antes de asesinarla.
El hijo ha detallado que el día anterior a la tragedia, él y su padre trabajaron juntos en la vendimia. Recordó cómo ese 12 de octubre se retiraron a descansar después de una conversación normal, convencido de que su padre no se levantó en toda la noche. “En una casa antigua, con el suelo que cruje, no es plausible que se fuera y regresara sin que yo me diera cuenta”, afirmó con firmeza.
Continuando con su relato, mencionó que al día siguiente, sobre las 7 de la mañana, coincidió brevemente con su padre antes de este último se dirigiera a Logroño, llevando algunos documentos relevantes para su trabajo. Sin embargo, la tragedia ocurrió alrededor de las 18:30 horas, momento en el cual su padre descubrió el cuerpo sin vida de su madre, lo que llevó a su hijo a acudir rápidamente a la escena.
El joven admitió que, en un primer momento, se pensó en un posible suicidio, pero fue al reflexionar más calmadamente que llegaron a la conclusión de que había sido un asesinato. “No he visto a mis padres tener conflictos serios nunca”, señaló, inundado de emociones, y criticó duramente la supuesta cercanía entre la familia de la víctima, enfatizando la falta de interacción entre ellos a lo largo de los años.
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