LOGROÑO, 2 de mayo. La Guardia Civil en La Rioja ha llevado a cabo la detención de un joven criminal en múltiples ocasiones, logrando su arresto en dos ocasiones en un periodo de menos de un día. Este individuo, de 25 años y originario de Entrena, se encuentra bajo una orden de expulsión del país.

El sujeto es conocido por sus prácticas intimidatorias, generando un ambiente de temor entre quienes lo rodean. A menudo, sus víctimas eligen no denunciar sus agresiones debido a amenazas de represalias. Este comportamiento ha llamado la atención de las autoridades, que han intensificado sus esfuerzos contra él desde principios de este año.

El 21 de enero, la Guardia Civil detuvo al joven por un acto de violencia de género, tras un altercado con su pareja que incluyó empujones y el arranque de una trenza de su cabello. A pesar de que la víctima se negó a presentar cargos, los agentes implementaron el 'Protocolo Cero', diseñado para proteger a aquellas personas que, por diversas razones, eligen no denunciar episodios de violencia.

El comportamiento del detenido continuó provocando incidentes. El 25 de enero, agentes de la Guardia Civil intervinieron en Entrena tras recibir un aviso sobre el individuo manejando un cuchillo jamonero en plena calle, lo que causó pánico entre los transeúntes. Aunque los agentes encontraron el arma escondida en una escayola que llevaba, ninguno de los testigos se atrevió a presentar una denuncia.

Las acciones del joven no cesaron; un día después, el 26 de enero, fue detenido nuevamente al intentar robar el dinero de un anciano que había dejado en un bar. Como consecuencia de su conducta, fue condenado a 15 días de arresto domiciliario.

Ya en abril, la situación se agravó. El 25 de ese mes, la Guardia Civil respondió a otro incidente violento donde el mismo sujeto amenazó a la propietaria de un bar en un intento de ingresar a la fuerza, haciendo indicios de portar un cuchillo oculto en su espalda. Varios vecinos lograron evitar que entrara al local y, durante su arresto, amenazó de muerte a los agentes.

Tras su presentación ante el juez, el peligroso delincuente fue liberado, pero se le impuso una orden de alejamiento del bar en cuestión. Sin embargo, solo unas horas después de su liberación, a la medianoche del 26 de abril, fue detenido nuevamente al violar la orden. Esta reincidencia ha resultado en una condena de cuatro meses de prisión.