La Guardia Civil ha llevado a cabo una operación contra el cibercrimen en la que ha detenido a cinco personas por delitos de estafa tecnológica y blanqueo de capitales. Los implicados interceptaron las comunicaciones vía email de dos empresas y un ayuntamiento en La Rioja, logrando engañar a ambas partes y desviar pagos hacia sus propias cuentas, obteniendo una suma total de 382.810 euros.

El Equipo de Delitos Tecnológicos de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil en La Rioja (EDITE) y el Equipo@ han llevado a cabo esta operación, identificando, localizando y deteniendo a los responsables en Barcelona y Tarragona. Los detenidos son tres hombres y dos mujeres, de edades entre 22 y 34 años, originarios de Colombia, Ecuador y Nepal. Gracias a la rápida respuesta de los investigadores, se han bloqueado siete cuentas bancarias utilizadas por los delincuentes y se ha recuperado cerca de 250.000 euros.

La investigación comenzó tras la interposición de tres denuncias por parte de dos empresas y un ayuntamiento en La Rioja, que fueron víctimas de la estafa conocida como Business Email Compromise (BEC), sufriendo pérdidas económicas por un total de 382.810 euros. En un principio, los agentes trataron cada denuncia de forma individual, pero al encontrar conexiones entre ellas, se agruparon las investigaciones en una macrooperación.

El seguimiento y análisis de la huella digital dejada por los estafadores permitió el bloqueo de cuentas bancarias y la identificación de los cinco ciberdelincuentes. Los detenidos operaban desde Cataluña y fueron arrestados en Barcelona y Tarragona. La investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.

El modus operandi de este tipo de ciberataque consiste en espiar las comunicaciones entre dispositivos para leer, agregar y modificar mensajes relacionados con pagos. Los delincuentes se hacen pasar por una o ambas partes, sustituyendo la información bancaria y justificando retrasos en los pagos para ganar tiempo.

Para prevenir este tipo de estafas, se recomienda no abrir enlaces desconocidos y verificar la dirección del remitente para asegurarse de que es la correcta. También es importante tener contraseñas seguras en las cuentas de correo electrónico y, en el caso de recibir cambios en los números de cuenta bancaria, contactar con la persona correspondiente para confirmar la modificación y, si es necesario, denunciarlo a la Guardia Civil para intentar recuperar el dinero estafado.