Crónica La Rioja.

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Casco Antiguo critica a Conrado Escobar por favorecer a los intereses de la industria hostelera.

Casco Antiguo critica a Conrado Escobar por favorecer a los intereses de la industria hostelera.

LOGROÑO, 5 Nov.

La asociación Demanda Casco Antiguo ha expresado su profundo descontento con la actitud del alcalde de Logroño, Conrado Escobar, a quien acusan de rendirse ante los intereses de un pequeño grupo de empresarios del sector hostelero. Esto ha surgido a raíz de la presentación de las conclusiones de la nueva regulación de terrazas que será sometida a votación en el Ayuntamiento mañana.

“Los ciudadanos no merecen un alcalde que privilegie los deseos de un grupo selecto de hosteleros sobre su compromiso de garantizar el derecho al descanso de los vecinos”, señalaron desde la asociación. También afirmaron que lo que se ha vivido en el diálogo con Escobar y otros funcionarios ha sido “una serie de falsedades” que han desencadenado su indignación.

Según Demanda Casco Antiguo, la nueva ordenanza es un retroceso. “Se ha reducido la propuesta inicial, que contemplaba cerrar las terrazas a la 1 de la mañana. Ahora se limita a disminuir ligeramente el espacio disponible, lo cual no aborda la problemática del descontrol que ha permitido la actual normativa de 2012”, manifestaron, subrayando que esta situación ha convertido a Logroño en un centro de botellón y turismo de bajo nivel.

En sus argumentaciones, la asociación recordó que el borrador original planteado por los técnicos municipales preveía un cierre más riguroso de las terrazas durante los fines de semana, así como una reducción efectiva del área comercial según las dimensiones de cada establecimiento. Sin embargo, el partido en el Gobierno, junto con enmiendas de otros grupos, logró extender el horario de cierre a la 1:30 de la madrugada y modificar los parámetros para el cálculo de superficie, beneficiando a los locales que cumplen ciertas condiciones estructurales.

Durante la sesión de aprobación inicial se admitieron únicamente enmiendas que favorecían el aumento de horarios y de áreas, mientras que las propuestas que buscaban restricciones más severas en el casco antiguo fueron sistemáticamente desestimadas, a pesar de que esta zona ya había sido reconocida oficialmente como una Zona de Protección Especial Acústica.

Luego de esta votación, Demanda Casco Antiguo reiteró su postura insistiendo en que la municipalidad debe actuar urgentemente para reducir el ruido generado por las terrazas, haciendo alusión a ejemplos positivos de otras ciudades. “El alcalde ha desestimado nuestras preocupaciones y ha preferido hacer un favor a los hosteleros en lugar de resolver los problemas de ruido que afectan a los ciudadanos”, afirmaron, en referencia a la presión sonora que supera los límites permitidos en el centro histórico.

Para los representantes de esta asociación, la nueva normativa es un fracaso que no cuenta con el respaldo de los habitantes a los que afecta, y resulta en una situación alarmante: “Las terrazas de Logroño continuarán disfrutando de ventajas, con bajos costes y amplias franjas horarias, mientras el Gobierno local incumple sus propios compromisos de reducir el ruido en zonas acústicamente sensibles”, añadieron.

“La realidad es que, si la meta era actualizar una regulación obsoleta a favor del sector hostelero del 2012, habría sido mejor dejar las cosas como estaban y exigir su cumplimiento. Sería ideal que en un futuro, otro alcalde, sea del Partido Popular o de cualquier otra formación, se preocupara realmente por su comunidad y no por sus allegados”, concluyeron.