Bodegas Familiares de Rioja ha anunciado su salida de las mesas de gestión de la denominación de origen Rioja debido a su desacuerdo con la política estratégica actual que perjudica a las pequeñas y medianas bodegas. La decisión ha sido comunicada a la Organización Interprofesional del Vino de Rioja (OIPVR) y al Consejo Regulador.
Eduardo Hernáiz, presidente de Bodegas Familiares de Rioja, ha afirmado que esta decisión ha sido difícil de tomar pero necesaria, ya que desde hace años han notado que el modelo al que se dirige Rioja va en contra de las bodegas pequeñas y medianas. Aunque aclaran que no están abandonando Rioja en su totalidad, siguen creyendo en su potencial para producir grandes vinos.
Sin embargo, consideran que no pueden seguir formando parte de un sistema de gestión que toma decisiones en contra de sus intereses y en el cual no tienen capacidad para cambiar el rumbo hacia un modelo de valor y calidad. Por lo tanto, han decidido abandonar el órgano de gestión donde se toman las decisiones que van en contra de la mayoría de las bodegas de Rioja y los agricultores.
Un ejemplo de esta discrepancia es que, a pesar de representar a más de la mitad de las bodegas de Rioja, su participación en la rama comercial se limita al 8 por ciento. Juan Carlos Sancha, vicepresidente y portavoz de Bodegas Familiares en el Consejo Regulador, reconoce que esta decisión no es beneficiosa para la asociación, pero confía en que a largo plazo pueda mejorar la Denominación de Origen.
En conclusión, Bodegas Familiares de Rioja ha abandonado las mesas de gestión de la denominación de origen Rioja debido a su desacuerdo con la política estratégica actual que pone en desventaja a las pequeñas y medianas bodegas. Aunque siguen comprometidos con Rioja, consideran que no pueden formar parte de un sistema de gestión que va en contra de sus intereses y preferencias por la producción de calidad.
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