Crónica La Rioja.

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La Rioja: calles y plazas de Logroño cambian de nombre

La Rioja: calles y plazas de Logroño cambian de nombre

La Rioja: calles y plazas de Logroño cambian de nombre

En los últimos meses, la ciudad de Logroño, capital de La Rioja, ha experimentado una serie de cambios en el nombre de sus calles y plazas que ha generado opiniones encontradas entre la población. ¿El motivo? La retirada de placas y la sustitución de los nombres de determinados lugares que, según el Ayuntamiento, hacían referencia a personajes o hechos históricos relacionados con la dictadura franquista.

Entre las últimas modificaciones se encuentran la desaparición de la calle General Sanjurjo, nombre que hacía referencia a un militar vinculado a los golpistas del 36, y su sustitución por el de calle del Laurel, en honor a una de las calles más emblemáticas y populares de Logroño, conocida por sus bares de pinchos y tapas.

Otro caso sonado ha sido el cambio de nombre de la plaza Primero de Mayo, que pasó a llamarse plaza de las Olimpiadas, en homenaje a los deportistas riojanos más destacados. También ha habido modificaciones en nombres de calles como Duquesa de la Victoria, que ahora se llama Vara de Rey, en alusión al general carlista que luchó en la Guerra de Cuba.

Estos cambios han sido recibidos de forma muy distinta por la población de Logroño. Mientras algunos lo consideran un paso hacia la recuperación de la memoria histórica, otros lo ven como una imposición y una falta de respeto a la historia de la ciudad y sus habitantes.

Para los primeros, la retirada de placas y la sustitución de nombres supone un acto de justicia, ya que, según ellos, ciertas figuras y acontecimientos históricos no pueden ser homenajeados en el espacio público por su implicación en la dictadura y en la represión que sufrió gran parte de la población española. Además, creen que estos cambios contribuyen a fomentar la cultura de la memoria y de la no repetición de los errores del pasado.

Por otro lado, los detractores de estas medidas argumentan que los cambios en los nombres de las calles y plazas son una injerencia por parte del Ayuntamiento en la historia y la identidad de la ciudad. Según ellos, los nombres de las calles son parte de la memoria colectiva y tienen un valor histórico que debe ser respetado, y cambiarlos es borrar una parte de la identidad de la ciudad.

No obstante, más allá de las opiniones encontradas, lo cierto es que estos cambios en la nomenclatura de las calles y plazas tienen un objetivo claro: recuperar la memoria histórica y poner en valor la diversidad y la pluralidad en el espacio público. Estos cambios buscan que las calles y plazas de Logroño reflejen la realidad del momento actual y no perpetúen la exaltación de figuras y acontecimientos históricos que no representan los valores democráticos y de libertad que se defienden en la actualidad.

Este proceso de transformación no es único en Logroño y en La Rioja, sino que se enmarca en una tendencia que se ha extendido por toda España en los últimos años. Cada vez son más las ciudades y pueblos que están retirando placas y estatuas de personajes relacionados con el franquismo y sustituyéndolas por nombres que reflejen la diversidad y el respeto por los derechos humanos.

En definitiva, el cambio en la nomenclatura de las calles y plazas de Logroño es un tema que ha generado gran polémica y debate en la ciudad, y que ilustra la tensión entre la necesidad de recuperar la memoria histórica y el respeto por la historia y la identidad de la ciudad. Sin embargo, más allá de las opiniones encontradas, lo cierto es que estos cambios buscan construir una ciudad más inclusiva y representativa, en la que todos y todas puedan sentirse identificados y identificadas.