Los templarios fueron una orden militar-religiosa creada en la Edad Media para proteger a los peregrinos que viajaban a Jerusalén. Aunque su presencia en La Rioja no fue tan significativa como en otras regiones de España, su huella todavía puede ser encontrada en algunos lugares de la región.
Los templarios llegaron a España en el siglo XII y pronto establecieron su presencia en muchas regiones del país, incluyendo Cataluña, Valencia y Castilla. En La Rioja, sin embargo, su presencia fue mucho más limitada.
Una de las razones por las que los templarios no se establecieron en gran número en La Rioja fue la falta de importancia estratégica de la región en ese momento. Además, La Rioja ya estaba bajo el control de otras órdenes militares como la Orden de Calatrava.
La iglesia de San Miguel de Camino, ubicada cerca de Nájera, fue construida por los templarios en el siglo XIII. Aunque la iglesia ha sido reconstruida varias veces a lo largo de los siglos, todavía conserva algunos elementos de la arquitectura templaria, como la planta rectangular y la decoración en los capiteles.
El castillo de Cornago, ubicado en La Rioja Baja, fue conquistado por los templarios en el siglo XIII. Aunque el castillo ha sido restaurado en varias ocasiones desde entonces, todavía se pueden ver algunas características que sugieren la presencia de los templarios, como la forma pentagonal de la torre principal.
La Torre de San Miguel de Pedroso es una fortificación construida en el siglo XIII por los templarios. La torre resistió varios ataques durante la Guerra de la Independencia española en el siglo XIX, pero en la actualidad se encuentra en un estado de deterioro.
Aunque la presencia de los templarios en La Rioja fue limitada, todavía se pueden encontrar algunos lugares que recuerdan su paso por la región. Estas construcciones son una muestra del gran legado histórico que dejaron los templarios en España y en Europa en general.