La Rioja es una de las regiones más pequeñas de España, con una superficie de tan solo 5.045 km². Su población es también una de las más pequeñas de España, con algo más de 300 mil habitantes. Sin embargo, en los últimos años, la evolución demográfica de La Rioja ha sido bastante interesante. En este artículo, vamos a explorar esta evolución, viendo cómo ha cambiado la población, los movimientos migratorios y otros factores que han influido en la demografía de la región.
La Rioja ha tenido históricamente una población bastante estable y homogénea, con un leve crecimiento demográfico a lo largo de los años. Sin embargo, desde la década de 1980, ha comenzado a disminuir el número de habitantes de la región. En 1981, la población era de 322.323 personas, mientras que en 2020, la población ha disminuido a 313.241 personas.
Además, la densidad demográfica también ha disminuido en los últimos años, pasando de 67 hab/km² en 1991, a 62 hab/km² en 2020. Esto se debe en gran parte a la emigración, que ha afectado especialmente a las zonas rurales de la región.
La emigración de los habitantes de La Rioja ha sido una de las principales causas de la disminución de la población en los últimos años. La región ha sufrido una fuga de población desde la década de 1960, con la expansión de la industria en otras regiones de España y Europa. Además, la crisis económica de 2008 ha afectado especialmente a las zonas rurales, provocando que muchos jóvenes busquen oportunidades fuera de la región.
A pesar de esto, La Rioja ha recibido un importante flujo migratorio de personas procedentes de otros países, especialmente de la Unión Europea y América Latina. En los últimos años, se ha producido un creciente aumento de la población inmigrante, que actualmente representa cerca del 10% de la población total de la región.
Otro de los factores que ha afectado la demografía de La Rioja en los últimos años ha sido el envejecimiento de la población. La región ha experimentado un proceso de envejecimiento progresivo, con el aumento de la esperanza de vida y la disminución de la natalidad.
En el año 2000, la tasa de envejecimiento de la población riojana era del 83%, mientras que en 2020 ha alcanzado el 118%. Es decir, por cada 100 personas menores de 16 años, había en La Rioja en 2020 más de 118 personas mayores de 65 años. Este proceso de envejecimiento ha afectado especialmente a las zonas rurales de la región, donde la población joven ha emigrado buscando oportunidades laborales en otras zonas del país.
La población de La Rioja se concentra en su mayor parte en la capital, Logroño, y en los municipios del valle del Ebro, como Calahorra, Arnedo, Rincón de Soto y Alfaro. Estas zonas urbanas han experimentado un crecimiento demográfico en los últimos años, a diferencia de las zonas rurales, que han sufrido una importante pérdida de población.
Además, la distribución geográfica de la población riojana ha sufrido cambios importantes en los últimos años. A medida que ha aumentado la emigración de la población joven, la población mayor se ha quedado en las zonas rurales, provocando un cambio en la estructura social y económica de estas zonas. En definitiva, la evolución demográfica de La Rioja ha sido compleja y diversa en los últimos años, afectando a la estructura social y económica de la región.
En conclusión, la evolución demográfica de La Rioja ha sido compleja y con cambios importantes en los últimos años. La disminución de la población, la intensidad de la emigración, el proceso de envejecimiento y la distribución geográfica son factores clave que han influido en la demografía de la región. Es importante tomar en cuenta estos factores a la hora de planificar políticas públicas y programas de desarrollo para la región, con el fin de buscar soluciones a los retos demográficos que La Rioja tiene por delante.