Desde la Jefatura Superior de La Rioja, se ha emitido una alerta sobre una estafa que está afectando especialmente a los colectivos de personas mayores. Varias víctimas han denunciado haber sido estafadas después de recibir una llamada telefónica en la que se les advertía de un intento de transferencia de 15.000 euros desde su cuenta y se les ofrecía ayuda para evitarlo. Sin embargo, al proporcionar sus datos personales y bancarios al supuesto gestor, estas personas fueron estafadas en 5.000 euros.
Esta estafa se conoce como "vishing", término que combina las palabras en inglés "voice" (voz) y "phishing" (estafa que simula ser legítima). Consiste en que los estafadores obtienen información de las víctimas a través de llamadas telefónicas. Pueden hacerse pasar por su gestor bancario o por otros servicios de confianza, como proveedores de suministros o atención al cliente.
Una de las técnicas utilizadas es hacerse pasar por el "asesor de banco" de la persona, alertándola sobre posibles cargos fraudulentos. Para ganarse la confianza de la víctima, le piden que marque los códigos de verificación que recibirá en su teléfono para evitar estos supuestos cargos. Sin sospechar nada, la víctima proporciona los códigos, que los estafadores utilizan para realizar cargos no autorizados.
En algunos casos, los estafadores alegan que la aplicación del banco estará fuera de servicio durante 24 horas, aprovechando este tiempo para realizar cargos no consentidos. Debido a que estos cargos son realizados con la supuesta aprobación del titular de la cuenta, no hay límite para la cantidad de dinero que pueden robar. En La Rioja, se han detectado cargos de hasta 10.000 euros.
Los "vishers" utilizan números telefónicos fraudulentos, programas para modificar su voz y mensajes de texto para engañar a las víctimas y obtener la información que desean. Incluso emplean grabaciones de voz creadas por ordenador para eliminar cualquier rasgo distintivo en su acento y parecer más serios y profesionales.
Existen varias modalidades de esta estafa, incluyendo el engaño de premios o sorteos, amenazas de cierre de cuenta, llamadas de soporte técnico, problemas financieros, llamadas automatizadas y promesas de grandes beneficios en inversiones en criptomonedas. Es importante recordar que los estafadores ya cuentan con nuestros datos personales, por lo que no debemos proporcionarles más información. Además, nunca se nos pedirá que verifiquemos nuestros datos personales por teléfono.
Ante esta situación, se recomienda bloquear inmediatamente las cuentas y tarjetas bancarias, interponer una denuncia en la Comisaría de Policía Nacional más cercana, informar a la empresa suplantada, cambiar las contraseñas, desinstalar cualquier aplicación o programa indicado en la llamada telefónica, y prestar especial atención a las actividades bancarias y contratación de servicios en las próximas semanas.
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