El pasado 1 de julio, la Jefatura Superior de Policía de La Rioja emitió una alerta sobre una nueva estafa que se está llevando a cabo a través del envío de SMS fraudulentos. En estos mensajes, se informa a las personas sobre el pago de una supuesta multa de tráfico que debe realizarse en un plazo máximo de 24 horas. Al acceder al enlace proporcionado en el SMS, los ciberdelincuentes obtienen los datos personales de las víctimas sin su consentimiento.
Los estafadores están enviando masivamente estos mensajes para engañar a las personas y hacer que realicen pagos de multas falsas. Al acceder al enlace adjunto, los delincuentes roban información personal y, en caso de que la víctima realice el pago de la supuesta multa, también obtienen acceso a sus números de cuenta bancaria para realizar pagos no autorizados.
Es importante tener en cuenta que nunca se notificará la existencia de una multa de tráfico a través de un SMS, WhatsApp o correo electrónico. Todas las comunicaciones oficiales sobre multas se realizan a través de medios autorizados y verificados.
Ante cualquier comunicación sospechosa, se recomienda verificar su origen y, si es posible, acudir personalmente a una sede física para confirmar la veracidad de la información recibida.
Es fundamental siempre verificar la procedencia de las comunicaciones, ya que los estafadores suelen utilizar direcciones muy similares a las oficiales para engañar a las personas. Incluso un pequeño cambio en una o dos letras puede llevar a errores.
Cualquier comunicación que exija un pago en un plazo tan corto como 24 horas debe tratarse con precaución y sospecha, ya que este tipo de presiones suelen utilizarse para que las personas actúen rápidamente y sin pensar.
En caso de ser víctima de este tipo de estafa, se recomienda acudir a la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, ubicada en la Calle Serradero nº 26, para interponer una denuncia y proporcionar la mayor cantidad de información posible.
Es importante recopilar cualquier evidencia relevante, como capturas de pantalla, fotografías, detalles de transferencias realizadas y direcciones de correo electrónico desde las que se recibieron las comunicaciones fraudulentas.
Además, se aconseja cambiar las contraseñas de todas las aplicaciones y servicios a los que los ciberdelincuentes podrían haber tenido acceso, así como informar a los contactos sobre la situación para evitar que sean también víctimas de estafas.
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