LOGROÑO, 9 Ene.
Logroño prevé "ir definiendo" durante este año 2023 la extensión de su Zona de Bajas Emisiones, una obligación, como ha recordado este lunes el alcalde de la ciudad más importante riojana, Pablo Hermoso de Mendoza, que "Europa marca para ciudades de sobra de 50.000 pobladores" desde el pasado 1 de enero.
A cuestiones de los medios, a lo largo de la visita que esta mañana hizo a las proyectos de la calle Fundición, el primer edil logroñés ha apuntado que la localidad "ahora tiene una región extensa" de carácter peatonal "en lo que es la almendra del Casco Histórico", que es la que, de entrada, "define esa Zona de Bajas Emisiones".
Con todo, ha reseñado que "nosotros, de manera progresiva iremos incorporando todas y cada una de las actuaciones que se están haciendo, como ésta de la calle Fundición y otras, que tienen como propósito achicar la utilización del vehículo motorizado en la región centro de la región, y vamos continuando asimismo con los ámbitos damnificados para ir acotando esa región".
En este sentido, Hermoso de Mendoza ha apuntado que "lo que puede estar en discusión es si la ZBE consigue hasta Avenida de Portugal o hasta la Gran Vía", con lo que ha reseñado que "durante 2023 deberemos definirla y tomar las medidas correctas".
"Pero -ha asegurado- lo que caractariza a este aparato de Gobierno es ir continuando hacia una movilidad sostenible, que es en el final lo que busca la Zona de Bajas Emisiones, que cada vez haya cada vez menos contanimación en la región centro de Logroño y a eso vamos con todas y cada una de las actuaciones que se están construyendo".
Del mismo modo, el regidor municipal ha señalado que, de entrada, no está sosprechado que haya limitaciones de circulación con etiquetas medioambientales, por el hecho de que "en la región central de Logroño hay una enorme infraestructura de estacionamiento subterráneo, quizá caro, pero hay mucha infraestructura enterrada para realizar esa región, que la multitud no dé vueltas contaminando, y logre estacionar en esos espacios".
