En una jornada marcada por la tradición y la gratitud, La Rioja ha celebrado con gran pompa y honor el primer mosto de la cosecha en el Día de San Mateo. El Instituto Práxedes Mateo Sagasta fue el escenario elegido para esta ceremonia, ante la amenaza de lluvia que no logró opacar el evento. Desde 1957, este acto se lleva a cabo como muestra de agradecimiento, llenando el tinanco con uvas tempranillo de los siete valles de la región.

El protocolo dio inicio poco después del mediodía, con la entrada solemne de la Banda de Música de Logroño interpretando el Himno de la ciudad. Las paredes del Instituto resonaron también con la música de los gaiteros de Albelda de Iregua, descendientes de Serafín Abeytua, brindando una atmósfera festiva y emotiva.

A pesar de la predicción de lluvia que llevó a descartar la Concha del Espolón como escenario, un hermoso sol irrumpió justo en el momento en que los gaiteros empezaron a tocar, transformando las expectativas de un día gris en un momento de alegría y aplausos.

La presencia de los niños de los colegios de Logroño, los danzantes y los jóvenes representantes de las distintas comarcas en la escalera por la que subió la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja, añadió un toque festivo y solemne al evento.

Los Caballeros de Valvanera acompañaron a la Virgen de Valvanera, mientras que el presentador Julio Carpintero dio la bienvenida a las autoridades, representantes civiles y público presentes en el patio del Instituto.

Los pisadores, en esta ocasión Antonio Tobalina y Diego Muñoz, continuaron la tradición de pisar los racimos para ofrecer el primer mosto a la Virgen de Valvanera. Los jóvenes danzantes amenizaron el acto, asegurando que las uvas procedentes de toda la región estuvieran presentes en el tinanco.

Una vez finalizado el protocolo de pisado, con un bello baile acompañado de música, el presidente del Gobierno riojano, Gonzalo Capellán, junto a los vendimiadores Marta Gil y Marcos Ascaíbar, extrajeron el primer mosto para la ofrenda, el cual fue bendecido por el Obispo Santos Montoya.

El acto concluyó con la participación de gaiteros, danzantes y la banda musical, interpretando los himnos de La Rioja y España, así como los tradicionales Viva Logroño y Viva España. El Grupo de Danzas de Logroño, por primera vez, ofreció un baile que integraba pasos de bailes de cinco pueblos riojanos, en un gesto de unión y celebración de la cultura local.