El Ministerio Fiscal ha decidido rebajar la petición inicial de trece años de cárcel a once para D.S. Esto se debe al reconocimiento de las atenuantes de dilaciones y alcoholemia en el accidente mortal ocurrido el 27 de julio del 2018 en la Nacional-111, en Nalda.

La acusación particular ha expresado que, independientemente de las circunstancias que rodearon el accidente, la voluntad de matar por parte del acusado estaba presente.

En su informe final presentado en la Audiencia Provincial de Logroño, el Ministerio Fiscal ha insistido en que la intención de provocar el accidente mortal estaba claramente demostrada. Se destaca que el acusado "fue a alcanzarle, estamos ante una voluntad de matar".

Durante el juicio, la fiscal ha instado al jurado a basarse en la "realidad material" y no permitir que las dudas desvíen su veredicto. Se resalta que, de haber sido un adelantamiento incorrecto por error, el acusado habría rectificado, lo cual no sucedió.

La fiscal ha manifestado que el dolor causado por el accidente es inasumible y que el acusado actuó con la intención de llevarse por delante a quien venía en sentido contrario. Se destaca que el acusado podría haber causado la muerte de una familia entera en su imprudencia al invadir el carril contrario.

Se resalta que la víctima venía correctamente y que, según testigos, fue imposible evitar la colisión debido a la intención del acusado de provocar el accidente. La fiscal ha enfatizado la gravedad de la situación y ha instado al jurado a no dejarse influenciar por argumentos que intentan desviar la responsabilidad del acusado en el suceso.

La defensa ha intentado argumentar que el siniestro tuvo relación con la actitud de la víctima, pero la fiscal ha rechazado este argumento, destacando que el acusado buscaba el accidente de forma deliberada. Se destaca que la instrucción del caso ha sido cuestionada por dilaciones en su desarrollo. A pesar de esto, se reconoce al acusado la atenuante de dilaciones y alcoholemia.

En el contexto del juicio, la abogada de la familia ha afirmado que, más allá de las intenciones del acusado, lo importante es que el suceso no se trató de un simple adelantamiento. Se destaca que el acusado dio positivo por alcohol en sangre y que su actuación fue tan imprudente que limitó cualquier reacción por parte de la víctima.

La fiscal ha enfatizado que los hechos han sido probados y que la invasión de la vía por parte del acusado fue intencionada. A pesar de las discusiones sobre la tasa de alcohol en sangre del acusado en el momento del accidente, se mantiene que su conducta provocó el siniestro de forma deliberada.

En la sesión más reciente del juicio, el Ministerio Fiscal ha rebajado la petición de pena a once años tras reconocer las atenuantes. La acusación particular, por su parte, solicita quince años y destaca la temeridad manifiesta del acusado. Además, la acusación particular ha propuesto una pena menor por homicidio imprudente en caso de no considerarse homicidio doloso.

Se resalta que, a pesar de las circunstancias que rodean el caso, se reconoce la responsabilidad del acusado en el accidente mortal. La defensa ha intentado desviar la responsabilidad, pero la fiscal ha mantenido que la conducta del acusado fue determinante en el suceso.

Además, se pone en cuestión la actuación del padre del acusado, quien permitió que su hijo cogiera el coche a pesar de conocer sus acciones previas. Las pruebas presentadas en el juicio confirman la gravedad de la situación y la voluntad maliciosa del acusado en el trágico accidente.