LOGROÑO, 5 Sep.
Un total de 41 alumnos ciegos y con discapacidad visual grave encaran estos días en La Rioja su #VueltaAlCole. Son una parte de los 7.271 alumnos ciegos y con discapacidad visual de toda España que comienzan este curso 2022-2023 en el que entre las claves es el comienzo de la implantación de la LOMLOE, la novedosa ley de educación, en los tutoriales impares de Primaria, ESO, Bachillerato y ciclos formativos de nivel básico.
El preámbulo de esa ley asegura que las medidas que establece tienen como propósito último remarcar la igualdad y la aptitud inclusiva del sistema, "realizando efectivo el derecho a la educación inclusiva como derecho humano para todas y cada una la gente, reconocido en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España en 2008".
Asimismo, la educación de calidad inclusiva y para todos figura en el número 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Un derecho por el que la ONCE trabajó desde los comienzos de la Organización y que está que se encuentra en toda la tarea que realiza en temas de educación.
Así, mucho más del 99 por ciento de los prácticamente 7.300 estudiantes y pupilas ciegos o con discapacidad visual que se integran a las salas estos días lo hacen en centros ordinarios, en un modelo de educación inclusiva con acompañamiento de los servicios de atención didáctica de la ONCE. Esto significa que este alumnado prosigue exactamente las mismas pautas y directivas que el resto de compañeros sin discapacidad visual.
Según enseña Ana María Llauradó, jefe de Atención Educativa de la ONCE, "educación inclusiva quiere decir que no es el alumno el que debe integrase en el sistema educativo, sino son nuestro sistema educativo y sus distintas programas los que tienen que transformarse para integrar a toda la variedad de estudiantes atendiendo a sus pretensiones, intereses y habilidades".
En este sentido, según Llauradó, la LOMLOE piensa un aporte significativo a la educación inclusiva "pues la reconoce no como una situación a lograr, sino la identifica como un derecho para todas y cada una la gente".
La disponibilidad es un aspecto primordial para poder esa inclusión deseada. Por ello, desde los distintos conjuntos ACCEDO (Disponibilidad a Contenidos Educativos Digitales de la ONCE) se está en comunicación continua con las gestiones educativas tal como con las distintas editoriales de material escolar para conseguir que tanto las interfaces como los contenidos sean alcanzables a todo el alumnado.
Asimismo, el Servicio Bibliográfico de la ONCE garantiza la disponibilidad mejorando libros de artículo en braille y en sonido y materiales en relieve, de manera que los chicos y chicas se integran a las salas con la mochilas repletas de tecnología alcanzable y de puntos en braille.
Los Equipos Específicos de Atención Educativa a la discapacidad visual de la ONCE prestan un acompañamiento personalizado a los estudiantes en sus centros académicos ordinarios, basado en los convenios de colaboración entre la ONCE y las distintas gestiones educativas.
Estos equipos están formados un total de 417 profesores y maestras itinerantes, de los que 254 forman parte a la ONCE y 163 los aportan las gestiones públicas. Los tutoriales pasados condicionados por la pandemia han supuesto un reto para amoldarse a un enorme cambio metodológico, con lo que la ONCE ha acentuado su esfuerzo en capacitación en competencias digitales para este profesorado.
La labor de los profesores y maestras que tienen dentro los Equipos Específicos de Atención Educativa radica en apreciar al alumnado y llevar a cabo una iniciativa de intervención aplicada individualmente. Esto necesita la coordinación con otros expertos, aparte de los enseñantes, tanto correspondientes a la ONCE (profesionales de rehabilitación, instructores en tiflotecnología y braille, psicólogos, pedagogos, monitores de ocio y momento de libertad o expertos en áreas de particular contrariedad), como adscritos a las gestiones (orientadores, profesores en pedagogía terapéutica, tutores de sala, etcétera.).
En función de las pretensiones del alumnado, la atención prestada puede cambiar desde el rastreo, consejos y orientación al centro donde se escolarice el estudiante hasta una intervención directa con el alumnado para asegurar su inclusión dentro y fuera del sala.
Según la jefe de Atención Educativa de la ONCE, "los distintos expertos que conforman estos equipos multidisciplinares efectúan de manera ordenada y desde un enfoque transversal distintas acciones con toda la red social didáctica, en materias como el ajuste a la discapacidad visual, el consejos y capacitación a los expertos de centros institucionales o la atención a las familias. De este modo, se favorece el avance integral del alumnado a fin de que logre continuar el currículo escolar de manera normalizada con el resto de compañeros".
Durante este curso 2022/23, los 7.271 estudiantes y pupilas ciegos y con discapacidad visual, entre aquéllos que se incluye el alumnado con sordoceguera u otras discapacidades socias a la visual, se dividen, por nivel educativo, de la próxima forma: 1.205 institucionales forman parte en la Educación Infantil; 1.491 están escolarizados en Educación Primaria; 1.064 llegaron a la Educación Secundaria Obligatoria; 296 cursan Bachillerato; 417 se organizan en la Formación Profesional; 769 se combaten a la Facultad; y 2.029 están anotados en otro género de enseñanzas.
Por comunidades autónomas, el censo se distribuye de esta manera: Andalucía, adjuntado con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, 1.768 alumnos; Aragón, 214; Principado de Asturias, 133; Islas Baleares, 146; Canarias, 280; Cantabria, 74; Castilla-La Mancha, 311; Castilla y León, 347; Cataluña, 1.172; Extremadura, 140; Galicia, 333; La Rioja, 41; Comunidad de Madrid, 1.118; Región de Murcia, 315; Comunidad Foral de Navarra, 85; País Vasco, 146; y Comunidad Valenciana, 648.